P.S. IT’S FANCY.
Introducing to D.R.
Maria Elena Villamil
Hablar de una pieza de Maria Elena Villamil, es conversar sobre destreza en patronaje, sensibilidad hacia diferentes expresiones artísticas, tomando en cuenta también, que el acercamiento consciente y profundo con la naturaleza, es el que fundamenta su estética, esa de simplicidad que huye del exceso, rigor geométrico, depuración y comodidad.
Como toda pieza inspirada en arte, sus colecciones apuestan por las experiencias sensoriales. En su caso, las que componen sus historias de moda, dirigiéndose a una mujer contemporánea; que ante todo busca atemporalidad y sofisticación, siluetas que representen un carácter liberal, fuerte y consciente, reflejando la belleza en el significado que expresa cada una de sus formas.
En sus palabras, su sello personal: “se refleja a través del armonioso sincretismo de texturas y grafías abstractas. También a través de la experimentación de formas lineales que se esparcen libremente en el espacio y generan volúmenes hasta evolucionar a formas versátiles reflejando un concepto de belleza simple y natural”; justo las líneas arquitectónicas que caracterizan su obra, su ropa.
Meet The Designer
Su infancia no estuvo marcada por las muñecas ni los vestidos. Lo suyo eran las casas, la apreciación de los colores, el arte, la arquitectura. Se pensó dedicarse a ese mundo de adulta hasta que tuvieron que mudarse de su natal Medellín a Cali, por el trabajo de su papá. En esta ciudad colombiana, su mamá decide abrir un taller de costura y fue en este espacio donde su naturaleza inconfundiblemente creativa se encuentra por primera vez con la moda. Llevando toda su inspiración a prendas de vestir, lanza su primera colección a los 16 años. Sus compradoras fueron todas sus amigas del colegio. A los 18, en 1988; lanza formalmente su firma. Y hoy, 35 años después, ese mismo gusto por la arquitectura y el arte se palpa en la ropa que lleva su nombre y con la que es conocida como una de las diseñadoras colombianas más sobresalientes del país.
Editorial.
La moda también es altruista. Lo vemos en los desfiles benéficos, como el que realizó Oscar de la Renta para la primera década de Fundación Sur Futuro en 2011; en las subastas de piezas, donde Carolina Herrera, Naem Khan y Cartier han sido firmas protagonistas; en colecciones cápsulas cuyos fondos han sido destinados a causas sociales muy poderosas, en marcas cuyo propósito genuino es el de mejorar la vida de las manos artesanales que están detrás, de su equipo, el que hace que las “cosas” sean posibles, o de la comunidad a la que pertenecen. Esas firmas solidarias son muy marcadas en Latinoamérica y eso es gran motivo de orgullo para la región que cada vez abarca más visibilidad en toda la industria. También lo es el hecho de que marcas surjan con la misión marcada en su ADN de destinar ganancias a la formación de grandes talentos emergentes, como lo hace Indómita en nuestro país y como lo hace Pitch to LAFS, para el resto de países que conforman LATAM. Siendo este último, un concurso que ya está dando a conocer las caras de sus participantes para la edición 2023, y que dentro de sus finalistas destaca María Elena Villamil, para la categoría: diseñadora del año.
