Se trata de uno de los cafés más antiguos y más famosos de Lisboa. Ubicado en la rua Garrett 122, fue el espacio de muchas figuras literarias importantes del siglo XX, incluyendo a Fernando Pessoa, uno de los poetas de lengua portuguesa más grandes de su época, que solía frecuentar Café A Brasileira.
Desde su apertura en 1905, A Brasileira se ha convertido en uno de los cafés más populares de Lisboa entre los amantes de la literatura y de aquellos que buscan revivir la historia de sus autores favoritos. Fue –y sigue siendo– escenario de tertulias intelectuales, artísticas y literarias, y donde escritores y artistas como Fernando Pessoa, quien encontró inspiración para conceptos e ideas paradójicas. La figura de Fernando Pessoa era una de las infaltables durante toda la semana, tal que, con motivo del centenario de su nacimiento en 1988, se instaló allí una estatua de bronce suya, que representa al poeta sentado a una mesa en la terraza del café y que hoy es una de las estatuas más fotografiadas de la capital.
Con su distintiva fachada y su cálido interior, este café, a semejanza de los propósitos originales de su fundador y haciendo justicia al lema original, sigue importando café, predominantemente de Brasil, donde se producen algunos de los granos más premiados del mundo, debido a su excelencia en todo el proceso de producción, desde el cultivo hasta el tueste.
Allí podrás sumergir tu paladar en una explosiva fiesta de sabores reales y literarios, ya sea en sus mesas hexagonales o en su refrescante terraza. Todo aquel que se pasee por Café A Brasileira tiene que probar el mítico Bife à Brasileira, un clásico atemporal servido con papas fritas y un huevo, tal y como le gustaba a Fernando Pessoa.
Por su puesto que la recomendación del postre no puede faltar, en donde los tesoros de la pastelería tradicional se unifican con la repostería nacional, como es el pastel de nata. Posteriormente, terminar la degustación con un buen galão (café con leche).
Hoy, como ayer, A Brasileira sigue cumpliendo su propósito de referente cultural y escenario histórico de la efervescencia artística.
