Fotos: Fuente externa
Destinos pintorescos que desbordan magia y que inspiran a vivir allá un cuento de hadas, esto es lo que nos evoca hacer Praga, la capital de la República Checa y el corazón de Europa que está engalanada por los idílicos destinos que enamoran a cualquier persona que ha estado frente a tanta belleza sinigual.
Castillos medievales se alzan con esmero en sus históricas calles adoquinadas, como también impresionantes torres que protagonizan las alturas de esta encantadora ciudad, edificaciones en delicados tonos pastel se sitúan en cada rincón de la que es considerada una joya por todos los atractivos que ostenta.
Es casi imposible no visualizar detalles propios del movimiento barroco con modernas pinceladas góticas, lo que resulta ser una una mezcla que a pesar del gran contraste da origen a increíbles postales.
El arte y la cultura se viven aquí en su máximo esplendor, cuando los palacios, iglesias y antiguos recintos se convierten en los escenarios predilectos para la música clásica en temporadas de festivales.
Reloj Astronómico
En el centro de Praga está asentada la Plaza de la Ciudad Vieja, ahí se encuentra el famoso Reloj Astronómico, uno de los más simbólicos atractivos que llama la atención de los turistas.
El Castillo de Praga
Se le considera el palacete más grande del mundo, un monumento que mantiene viva la historia de la ciudad. En su interior encontramos edificios de vital relevancia como la Catedral de San Vito, la más importante y significativa de la capital.
El puente de Carlos IV
Atraviesa el río Moldova y es el más antiguo de todos los que cruzan la ciudad. Sobre él podemos encontrar 30 estatuas de nombres de relevancia para la ciudad, figuras que son historia. Es considerado el punto más turístico de la ciudad.