Una propuesta de experiencia agroturística inolvidable.
Un un rinconcito de nuestra tierra ubicada al sur de la isla, se encuentra un lugar especial donde la primavera, el verano, el otoño y el invierno se sienten a flor de piel y cada uno obtiene protagonismo gracias a experiencias únicas brindadas por Tierra Tropical. Este proyecto surge a partir de la necesidad de las familias dominicanas tener un espacio de tiempo de calidad entre ellos y poder interactuar con la agricultura y la exuberante naturaleza que le rodea. “Queremos fomentar esta experiencia agroturística, ya que es algo que no se promueve mucho en el país”, comenta Juan Almonte, el cerebro tras esta iniciativa de conexión con la naturaleza.
Mientras se va recorriendo el lugar, podemos encontrar un sinnúmero de actividades y espacios, todos acorde a la temporada en la que se visite. Con un trato personalizado, un equipo de la “Granja Mágica” ofrece la bienvenida y explica con su mejor sonrisa las áreas a disfrutar que van desde campos de girasoles, campos de flores, área de comida, actividad de siembra para niños, tour educativo con degustación, tour educativo en tractor, interacción y alimentación de animales, visita a safari, visita de plantas en vivero, competencias, juegos, entre otras actividades que toman parte de acuerdo a la temporada del año.
En Tierra Tropical no se permite a los visitantes cortar las flores, ya que luego de la temporada las cortan y las regalan a hogares de ancianos y en las calles. Es una empresa que apoya la inclusión social. En ella trabaja un joven sordomudo, quien prepara los terrenos para el cultivo y, cuando tienen las actividades de temporada, es el chofer del tractor que hace el tour en el lugar.
Y es que este no es solo un lugar donde ir a conocer las flores y los espacios, sino que también uno aprende y fomenta en la familia el cuidar de la naturaleza y el poder sembrar esos frutos para cultivar esas bellezas y esos alimentos que tanto nos gustan. “Brindamos un lugar familiar no solo recreativo, sino también educativo, donde sembramos una semillita para que los niños puedan dedicarse a la agricultura, a su vez, recaudamos dinero para aportar a causas sociales”.
