“La felicidad no depende de encontrar a la persona apropiada, sino en ser la persona adecuada”.
Hay personas que se han pasado la vida emocionalmente dormidas, con mucho miedo a despertar y encontrar su esencia, sin darse cuenta de que nunca cuestionaron su adoctrinamiento y que esa es su única verdad. Y de aquí surge la pregunta: ¿sabemos cuál es nuestra verdad? El poder hacer un trabajo de autoconocimiento y de aceptación con nosotros mismos no es tarea fácil, es por esto que hay personas como el señor Hugo que, a partir de experiencias propias, ha creado un espacio terapéutico para ayudar a las personas a restaurar su salud mental.
La relación más importante es con nosotros mismos, porque no podemos dar lo que no tenemos. Una relación saludable depende del estado de consciencia o inconsciencia en el que vivimos; depende de si somos protagonistas de nuestra vida y si estamos claros cuál es nuestro rol. Si vivimos dormidos emocionalmente, viviremos de las pequeñas emociones, se tiene una vida superficial y sin profundidad. Para establecer una relación sana y saludable, necesitamos despertar. Cuando despiertas, realizas el acto de amor más grande: dejas ir tu egocentrismo, te conviertes en el protagonista de tu vida, hay felicidad permanente porque está dentro de ti. Te conectas con tu “yo” genuino sin máscaras, hay espontaneidad, tienes libertad responsable y vives en el aquí y el ahora.
Hugo, a la hora de abordar a un paciente, trata de entender que el tratamiento de un trauma psicológico es un proceso que toma tiempo y ayuda profesional, seguido de una evaluación para determinar el tipo de trauma. Ya sea un trauma provocado por sucesos violentos, duelos pendientes, accidentes, maltrato físico, sexual, psicológico o traumas en la infancia, entre otros. Gracias a la terapia con profesionales, es posible superar el trauma y así poder enfrentar los síntomas, las consecuencias y recuperar el bienestar emocional y mental.
Es por esta vocación que decide crear el Centro Terapéutico Equilibrium, que ofrece un programa efectivo en casos de traumas psicológicos a través de la psicoterapia y otras técnicas, ayudando al paciente a reconocer, manejar sus emociones y sentimientos, logrando procesar y trascender el trauma. El señor Herrera nos cuenta que dentro de las mayores causantes recurrentes que tratan allí en el centro vienen de las siguientes causantes: “se encuentra en la predisposición genética, el medio ambiente, en la ausencia emocional de los padres, la falta de estructura y claridad en los límites y en la carencia de responsabilidades”.
Equilibrium Miami
“Venimos de una cultura tradicionalmente machista, donde se ha promovido la parte intelectual/superficial y comúnmente la parte emocional/sentimental ha sido callada o juzgada por muchos. Eso nos ha llevado a negarnos e ignorar la parte sensible, vulnerable que todos tenemos. Nunca nos enseñaron a manejar nuestras emociones, le corremos al miedo, a la inseguridad y a todo sentimiento que pueda sacarnos de nuestra “zona de confort”. Ahí es donde empieza la búsqueda de algún tipo de escape. El guion de vida de cada persona se establece en la infancia, bajo la influencia de nuestros padres, abuelos, tíos, profesores, la iglesia, sociedad y queda reforzado por las diferentes experiencias que vamos viviendo a medida que vamos creciendo”.
Es por esta y muchas más razones que Hugo encuentra gratificante el poder ayudar a las personas a identificar estos factores dentro de su poderosa mente, y nos recomienda siempre trabajar para encontrar y darle el mantenimiento que necesita nuestro verdadero “yo”. “Creemos que lo podemos hacer solos y no necesitamos contar nuestros problemas a desconocidos. Nos alentaron a desarrollar la inteligencia intelectual, pero nunca nos hablaron acerca de la inteligencia emocional. Eso nos lleva a no saber intimar ni con nosotros mismos y menos con los demás. El trabajo contigo mismo puede ser lo más doloroso que hagas en tu vida, pero es más doloroso aún, no haber despertado. El trabajo no es fácil, pero definitivamente vale la pena”.
