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En esta entrega rendimos homenaje a la memoria de un padre, cuyo legado ha quedado consumado en un hijo que ejerce el poder y la paternidad apegado a los valores transmitidos.
Padre es el término que, al pronunciarlo, bendice al ser humano que cuida de su familia como el más valioso tesoro, quien enseña innumerables valores y principios que iluminan la vida de sus vástagos. En esta entrega rendimos tributo a ese ser que, con ternura, llamamos papá.
El rol fundamental de un padre en el proceso de crianza de sus hijos es formar hombres de bien para la patria. Así ha quedado evidenciado en el tiempo y el legado familiar del extinto empresario y dirigente político José Rafael Abinader Wassaf, padre del actual residente de la República, Luis Abinader.
El destacado empresario, abogado y político dominicano fue un hombre de una vasta preparación académica, que desempeñó diversas funciones públicas, rigiéndose siempre por la ética; pero sin dudas, el más trascendental de sus aportes a la nación son sus hijos; destaca entre ellos el presidente Luis Abinader, quien con autenticidad camina el trayecto de sus huellas, impregnadas de integridad.
La nación dominicana ha sido testigo del amor, el respeto y la admiración que siempre se profesaron padre e hijo, y aunque hoy el doctor Abinader no está entre nosotros, es venerado cada día con el trabajo, el alto sentido de responsabilidad y decoro inculcado en el primer mandatario de la nación.
“Hoy no lo puedo felicitar abrazándolo, pero mi regalo será, desde donde él esté, hacerlo sentir orgulloso presidiendo un gobierno honesto y ético como él actuó y soñó”. Luis Abinader Corona
Al referirse a su progenitor en ocasión del Día del Padre, hace unos años, el presidente Abinader expresó a través de su cuenta de Twitter: “Gracias por tus enseñanzas, tu cariño y en especial tu ejemplo de honestidad y amor por tu país”. Palabras emotivas que reflejan los lazos fuertes y genuinos que cimentaron la relación entre ambos.
El cumplimiento de los sueños de un hijo es la felicidad de un padre, más cuando comparten una misma visión. El presidente cumplió su aspiración de dirigir los destinos del país, que de alguna manera fue transmitida por su antecesor, quien a lo largo de su trayectoria aspiró a llegar a la Presidencia durante tres períodos y, aunque no pudo ver su deseo materializarse, ni la vida le permitió ver a su hijo ya convertido en el presidente de la República, su memoria es honrada cada vez que podemos apreciar en su vástago los valores que él forjó.
Luis Abinader, padre
El presidente Luis Abinader es padre de tres hijas: Esther Patricia, Graciela Lucía y Adriana Margarita. Junto a su esposa, la primera dama de la República, Raquel Arbaje, le hemos visto ser padres presentes en cada etapa de su desarrollo, expresando que no solo se han preocupado por darles una buena educación, sino también una crianza donde puedan expresar sus opiniones o criterios con libertad, convirtiéndose ellas en sus seguidoras, con una participación activa en el proceso de campaña; en ocasiones, si se quiere, sus asesoras y críticas dentro del seno familiar.
La hija mayor del presidente de la República es Esther Abinader Arbaje, culminó sus estudios de Relaciones Públicas y Mercadeo en American University en Washington, Estados Unidos. Recientemente, presentó su propia marca de moda: Podera.
“Un buen padre es un tesoro inmenso para sus hijos e hijas, y yo agradecida de Dios y de ti Luis, por crear momentos maravillosos para nuestras chicas, por darles sabiduría de vida, y desde pequeñas apoyarnos en sus ilusiones”. Raquel Arbaje
Su segunda hija, Graciela Lucía Abinader Arbaje, estudió Negocios y Ciencias Políticas en la Universidad de Notre Dame, en Indiana. Le apasionan los asuntos públicos, la geopolítica y las políticas públicas. Mientras la menor, Adriana Margarita Abinader Arbaje, durante varios años estudió ballet y teatro musical, manifestando gran pasión por el arte y las obras teatrales. Actualmente cursa sus estudios universitarios.
Finalmente, el rol de padre ejercido por el presidente Luis Abinader ha sido fundamental para la construcción y fortalecimiento de la familia Abinader Arbaje, un modelo de familia cimentada en valores humanos y cristianos, que se desenvuelve ante los ojos del país. El mandatario ha sido un buen discípulo que refleja el gran legado de su padre, en quien se cumple la legendaria frase del destacado filósofo y escritor Jean-Jacques Rousseau: “Un buen padre vale por cien maestros”.
