Al compartir con los Iglesias-Peña, podemos notar las muestras de amor constantes entre ellos. La complicidad, el respeto y la unión ponen en evidencia una crianza
basada en valores.
texto Leslie Polanco fotos Alfredo Rodríguez
Al llegar a la residencia Iglesias Peña, lejos del bullicio de la ciudad, nos sentimos exactamente como la describe Vielka, quien nos recibió, en un refugio de paz. Se respira aire puro y, durante toda la tarde, solo escuchamos el canto de los pajaritos que han encontrado en los árboles de la casa, la suya propia. Los jóvenes terminaban de prepararse para una sesión de fotos divertida, llena de anécdotas y en la que pudimos confirmar con nuestros propios ojos lo que más adelante nos contarán en esta entrevista: en esta familia reina la unión, el apoyo mutuo y las demostraciones de amor constantes. Pero esto no se da por coincidencia. Ambos, Abelardo y Vielka, vienen de familias en las que la firmeza en los valores ha sido un pilar, y en esta entrevista quisimos conversar sobre la familia en general y la importancia de mantener estos valores.
“La familia debe construirse sobre todo con la fe cristiana, donde la oración tiene el poder de fortalecer, de dar paz sabiendo que todo tiene un orden divino”.
RS: ¿Cómo definirían su familia?
VP: Abelardo y yo nos casamos recién nos graduamos de la universidad, con apenas 21 años de edad. Desde que empezamos nuestra relación que duró tres años de un hermoso y amoroso noviazgo, íbamos planeando y haciéndonos nuestras propias metas a seguir y luchando para alcanzar nuestros propios logros. Ambos venimos de familias con grandes valores de unidad, con esfuerzo de trabajo arduo y sacrificio por llevar el legado de ambas familias.
Luego de casarnos continuamos con nuestras maestrías y nuestros trabajos, siempre soñando con formar nuestra familia de cinco, poniendo a Dios en nuestro centro y orando diariamente para que guíe nuestras vidas y nos permita el logro de nuestra hermosa familia.
De aquí nuestros largos años de espera por mi primer embarazo. A los ocho años de casados con largos tratamientos, llegó la gran noticia del embarazo de mellizos: Isabela y Guillermo donde nos estrenamos como padres y nos dedicamos a su cuido nosotros dos. A los dos años, nuestra pequeña Adriana llega a completar nuestro nido de amor. Todo cambia para sacar adelante nuestra familia, dedicando todo el tiempo posible a nuestros tres hijos, llenándolos de amor, regañándolos en los momentos requeridos e inculcándoles el valor familiar y de unidad ante todas las circunstancias que se atraviesan.
RS: Siendo padres de tres jóvenes, ¿cuáles son los valores que consideran fundamentales en la familia actual?
VP: La familia debe construirse sobre todo con la fe cristiana, donde la oración tiene el gran poder divino de fortalecer, dar paz, sabiendo que todo tiene un orden divino. Nos demostramos el amor y respeto que nos tenemos, estando siempre presentes en todos los momentos posibles, tanto los días de vacaciones como en nuestros trabajos. Involucramos a los niños desde pequeños, llevándolos a los almacenes y oficinas, y allí los ayudábamos con sus tareas de la escuela. Los valores fundamentales en esta sociedad son la fe, la unión y el esfuerzo en el trabajo, todos siempre predicados con el ejemplo.
RS: ¿Qué han aprendido, como familia, de esta época tan difícil de pandemia?
VP: Cuando llegó ese momento tan difícil, que nunca nos hubiéramos imaginado vivir, lo primero que hicimos fue traer a Isabela y Guillermo, que se encontraban estudiando fuera del país para permanecer unidos todos en casa y enfrentar la gran verdad del Covid. Ayudamos a Abelardo en su trabajo todos unidos. Juntos también, nos dedicamos a ayudar a otras personas que necesitaban de una mano amiga. Compartíamos diariamente, leíamos y analizábamos libros en conjunto como “Rich Dad, Poor Dad” de Robert Kiyosaki para seguir aprendiendo. Aprendimos la importancia de estar unidos en un mismo propósito. La pandemia nos trajo lecciones y también una gran pérdida familiar.
“Ambos venimos de familias con grandes valores de unidad, con esfuerzo de trabajo arduo y sacrificio por llevar con orgullo el legado que iniciaron generaciones anteriores a nosotros”.
RS: Vielka, háblenos de su padre, don Fito. Cuéntenos de él y cómo enfrentaron todo.
VP: La gran triste pesadilla de nuestras vidas. El mejor padre del mundo, la persona que era mi protector incondicional, mi mitad, mi adoración, que me llamaba hasta cuatro veces al día para saber y hablar conmigo, el que me llamaba para acompañarlo a comer nuestras comidas favoritas, el que estaba pendiente de cada uno de mis hijos, el que cuando se fueron a sus universidades tomó un vuelo junto a mi madre para ver si estaban bien y darles el apoyo que siempre brindaba, su amor incondicional. Ese ser maravilloso llamado por apodo “Fito” enseñó a mis hijos a sus relajos, a sus aventuras de niños.
Falleció a causa del Covid el 6 de febrero de este año. Aún estamos de duelo. Fue algo inesperado, muy triste, que nos ha dejado un gran dolor, pero lo recordamos diariamente con su forma de ver la vida y de ser el gran ser humano que fue donde compartió todo para todo aquel que lo necesitaba y ahora sé firmemente que su corazón se quedó pegado al mío y continuó su labor social.
“Ese ser maravilloso llamado por apodo ‘Fito’ enseñó a mis hijos a sus relajos, a sus aventuras de niños. lo llevamos en el corazón”.
RS: Vielka, ¿cómo asume los roles de mujer, madre y profesional sin que uno afecte al otro?
VP: Bueno creo que las mujeres nacemos con el don de poder hacer varias cosas a la vez y que se pueden hacer bien. Primero tengo bien claro que mi familia va ante todo. Abelardo, como centro del hogar, siempre apoyándonos uno al otro, compartiendo siempre nuestras ideas y las reglas a seguir en nuestras vidas para no afectar nuestra relación ni la de nuestros hijos y así seguir firmes en nuestros pensamientos. Abelardo, mi compañero al que admiro y amo con locura, tiene una filosofía de vida envidiable. Es mi equilibrio y mi fortaleza.
Como madre soy la que vive con las exigencias y mano más dura, la que siempre les sorprende con sus antojitos de comidas, la que le encantan las juntaderas, que la casa viva llena de jóvenes y amigos, pues desde pequeña me inculcaron a fomentar la familia que le toca y la que escoges.
Toda la vida he trabajado, amo trabajar, soy superacelerada y me encanta a lo que me dedico, pues cuando uno hace las cosas con amor y pasión, disfruta cada momento.
Trabajé largos años en Ferretería Bellón junto a mi esposo en el que formé el departamento de Hogar viajando a las ferias y dedicándome al área de artículos de decoración, trabajo que me encanta. Creo que lo heredé de mi madre porque siempre me recuerdo poniendo flores, arreglando la mesa con diferentes vajillas y de aquí mi arte por la decoración y embellecer los hogares, plasmando siempre las ideas de mis clientes.
Todo se puede siempre poniendo en orden las prioridades y estar presentes en los momentos del compartir familiar, al igual que he tenido la dicha de contar con las personas que comparten nuestro hogar que son parte de nosotros por más de 14 años, como Aramis, Cristaury, Denisse, Teresa, Carlos y Víctor. Con ellos formamos nuestra gran familia.
CONFESIONES
ÍNTIMAS
Un lugar en el mundo: La playa
Un recuerdo inolvidable: Isabela y Guillermo se nos escondieron en la casa y pensamos que nos lo habían raptado
Un sueño por cumplir: Una gira por Europa por un mes todos en familia
El día perfecto: Todos en familia haciendo un BBQ en la casa y luego disfrutar de la piscina y ver el mejor atardecer del mundo
Una frase que nos define: Unidos podemos lograr cualquier cosa
El que mejor cocina: Vielka es la chef estrella
El más chistoso: Definitivamente Guillermo
El más complicado: Vielka
El que más le gusta comer: Guillermo
El más soñador: Abelardo
El alma de las fiestas: Vielka
El alma de la familia: Adriana
RS: Abelardo, ¿Cómo define la importancia de la presencia activa del padre dentro del núcleo familiar?
AI: Creo que los dos padres deben tener una presencia activa dentro de las actividades que hace la familia.
Deben de tratarse todos los temas: personales, economía, espiritualidad, valores, metas, logros, pérdidas físicas y espirituales, aprender de los errores y no tener temor a equivocarnos. No tener miedo afrontar las cosas, ya que todo tiene solución y cuando no la tengamos nosotros personalmente, poder apoyarse en los demás del núcleo familiar o también fuera del núcleo para resolver las situaciones y dificultades que se nos presentan.
Como padres, aconsejamos y tratamos de guiar a nuestros hijos, pero lo más importante es el ejemplo de cómo actuamos nosotros personalmente y cómo afrontamos las cosas. Eso les da seguridad a los integrantes de la familia y que además conozcan que también nos equivocamos, que no somos perfectos y que aprendemos de esos errores cometidos en el pasado.
Cada miembro de la familia es único y diferente, y desde su punto de vista aporta esas fortalezas que cada uno tiene para tomar una mejor decisión a conveniencia de la familia completa. Esto genera un vínculo de confianza y seguridad ante las situaciones que genera una fortaleza grupal del núcleo completo.
“Como padres aconsejamos y tratamos de guiar a nuestros hijos, pero lo más importante es el ejemplo, el cómo actuamos nosotros personalmente y cómo afrontamos las cosas”.
RS:¿Cómo han inculcado en sus hijos el valor del trabajo?
FIP: Con el ejemplo diario de ser padres organizados con horarios, reglas, metas y prioridades del trabajo, principalmente dejar la mejor herencia que se debe pasar de generación en generación que es la educación de siempre aprender algo nuevo cada día, estar al conocimiento con la lectura para poder enfrentar los desafíos diarios que la vida nos trae.
RS: De sus familias, ¿qué enseñanzas recibieron que transmitieron a sus hijos?
VP: Recibí de mi familia el amor por el trabajo, la honestidad, la colaboración con las personas más necesitadas, la religión católica, la unión familiar y la perseverancia en todo lo que haces.
RS: ¿Cuál es la clave para lograr una familia realmente unida?
FIP: No tener secretos, la comunicación, el diálogo, el hacer partícipe a cada uno en el día a día, expresando y siendo como libros abiertos de corazón, para siempre estar seguros de que la unión hace la fuerza y que los padres siempre están para guiar, aconsejar y ayudar a los tesoros que la vida les da que son sus hijos.
RS:¿Cómo son los días en los que están todos juntos en la casa?
FIP: Nos gusta estar juntos y compartir siempre sus vivencias con los amigos de los muchachos, haciendo de nuestra casa la casa de sus amigos para estar cerca, escuchar y conversar. Al mismo tiempo uno de nuestros pasatiempos favoritos es el cocinar juntos, principalmente los BBQ, que Abelardo lo toma como uno de sus hobbies, intercambiando recetas y buscando el siempre cocinar platos diferentes con nuestro pequeño huerto del patio.
RS: La raíz que fortalece la familia es la pareja. ¿Qué hacen ustedes para mantener y fortalecer su relación a través de los años?
FIP: Lo más importante entre las parejas es saber y tener claro los objetivos en común, siempre mantener y fomentar el amor y el respeto hacia el otro. Para mí, ha sido esencial la admiración, como persona, que le tengo a mi compañero de vida y saber que es mi fortaleza, mi gran apoyo y mi amor incondicional.
RS: Ya Adriana inicia estudios universitarios fuera del país junto a sus dos hermanos y les toca enfrentar el famoso “nido vacío”. ¿De qué manera se han preparado para esto?
FIP: Creo que para esto uno nunca está preparado, al igual cuando Isabela y Guillermo se fueron hace tres años, siempre teníamos claro que deseábamos que estudiaran sus universidades fuera del país y a mí personalmente me puso muy triste al sentir el vacío de dos hijos a la vez. Es aquí donde le pongo el apodo a Adriana, “mi chiclito”, porque estaba conmigo en todas mis actividades. Entonces, cuando Adriana nos deje para abrir camino en sus estudios, lo bueno y parte de mi tranquilidad es que los tres estarán juntos en la misma ciudad y que Abelardo y yo diariamente compartiremos muchas actividades en común en la que nos llenamos el uno al otro.
RS: Por último, si pudieran dar un consejo a las parejas jóvenes que se encuentran iniciando una familia, ¿Cuál sería?
FIP: La comunicación en la pareja para, desde un principio, saber lo que se quiere en común, dialogando todo con la pareja y los hijos y fortaleciendo las discusiones tomadas para que los hijos siempre reciban la unión de los padres.
Que Dios una el centro del hogar para confiar siempre y depositar todas las acciones, ocurrencias y obstáculos que se nos presentan día a día.
“Cada miembro de la familia es único y diferente, y desde su punto de vista aporta esas fortalezas individuales para tomar una mejor decisión a conveniencia de la familia completa. Este vínculo de confianza y seguridad es la base más poderosa de nuestro núcleo”.
