fotos: Silverio Vidal y cortesía del entrevistado
“Quiero ser la inspiración de las nuevas generaciones, a que luchen por sus sueños sin temor a los obstáculos”.
Criado en una comunidad humilde en 1969, que para aquel entonces carecía de energía eléctrica, pero que nunca representó un obstáculo para forjar un carácter emprendedor desde muy temprana edad, Francisco incursionó en el sector de la moda como aprendiz de sastrería, a la edad de 11 años, rechazando de plano el negocio familiar, una mueblería. Tres años más tarde, ya mostraba sus primeras manifestaciones artísticas a través de la creación de diseños diferentes a los convencionales, emplazando sus sueños en la sastrería de su padrino, del que heredó esta vocación por la moda y los diseños.
Lo que más le llamó la atención al “Faraón” (apodo con el que se le conoce a Francisco) sobre la moda fue la posibilidad de poder plasmar su creatividad y ver la gran aceptación que tenía entre sus compañeros de clase y los clientes de la sastrería de su padrino, en especial los más jóvenes. Y gracias a esta voluntad obtuvo el título de diseñador de modas en la Escuela de Diseño de Modas de Mercy Jácquez, primer Centro de Educación Técnica en las áreas de Arte y Diseño de Modas, constituido en la República Dominicana.
A finales de 1988, dejó la sastrería El Túnel, para con una máquina en un hombro y en el otro los sueños de ser un profesional reconocido, decide aventurarse a dar el paso a la formación de su primer taller de confección “Stylos Rodríguez”. En ese entonces apenas contaba con una máquina de coser que había adquirido por RD$25.00, pero aun así asumió el reto de realizar su primer trabajo de producción, al tener la oportunidad de surtir una boutique con ropa de hombre.
Luego de varios años de ejercicio profesional, por una mala jugada del destino, pierde su negocio y se ve en la necesidad de trabajar como patronista y sample maker para Ariela Internacional, casa de modas radicada en Puerto Rico y New York. Pero logra retomar la empresa, ahora bajo el nombre de Laurenth Industrial y se lanza al mercado con la confección de uniformes empresariales y de hotelería, llegando a cultivar una gran cartera de clientes.
A lo largo del tiempo se especializa en el diseño y confección de trajes para caballeros y chacabanas para damas y caballeros, dando origen a la marca “Chacabanas Faraón”, exclusiva línea de chacabanas que ha logrado posicionarse como una de las marcas líderes en el diseño y confección de esta elegante vestimenta. Y de aquí se le otorga uno de sus más grandes honores y es y es ser presidente de la Asociación de Diseñadores Dominicanos y haber sido el líder y principal gestor de la constitución de la Asociación de Artesanos de Chacabanas Dominicanas (ACHADOM).
Con esta se ha dedicado a trabajar arduamente en la promoción de la chacabana como la prenda distintiva de la República Dominicana, dando lugar a que se nos catalogue como el principal promotor de las chacabanas a nivel internacional. Recientemente, ha creado una moda de identidad nacional, confeccionada en finos tejidos como el lino italiano y el algodón satinado, en la que ha incorporado elementos distintivos de nuestra tierra, como son los jeroglíficos taínos, la cayena y la flor de Bayahíbe, nuestra flor nacional. Estos diseños lo han llevado a ser uno de los primeros diseñadores dominicanos en presentarse, a la vez, en las pasarelas más reconocidas del mundo, como son París, Francia, y Milán, Italia. Y es así como este emprendedor que viene “de abajo” ha hecho historia y enaltece la dominicanidad y sus raíces en cada puntada.
