Para los amantes de las escapadas románticas no hay mejor lugar que Italia. Sus paisajes, su gastronomía, su arte y arquitectura convierten a esta nación europea en el destino ideal para aquellos que buscan mezclar el placer de viajar y conocer, con el lujo que es sumergirse en la historia y el romanticismo que emana de su interior.
Allí, en la región de Toscana, llegamos al municipio rural de Montalcino, donde nos encontramos con una mágica experiencia de hospedaje en Argiano Dimore, uno de esos espacios que ofrecen un tipo de turismo distinto, alejado de los tradicionales y exóticos hoteles con acceso a playas; o el tipo de turismo de ciudad que lleva a los viajeros a conocer la vida diaria y las actividades de las ciudades que visitan.
En su lugar, este hotel, parte de un complejo de casas de campo construidas en el siglo XVI, ofrece una experiencia de agroturismo, invitando a sus visitantes a sumergirse en sus campos y disfrutar de los viñedos de esta localidad italiana, conocida por la producción de algunos de los más exquisitos vinos del mundo.
Argiano Dimore es un paraíso rodeado de historia, donde se produce vino desde el año 1580, una actividad que da un nuevo significado al agroturismo. Rodeado de los más bellos paisajes naturales que puede ofrecer la región de la Toscana y complementado su historia con el encanto de los viñedos que recubren los campos aledaños a este lujoso complejo, cuyo diseño mezcla lo rústico de sus piezas originales con lo moderno de hoy.
Su estructura cobra nueva vida y da un nuevo propósito a sus vigas de madera, mismas que alguna vez dieron forma a sus techos y que hoy se han reutilizado para diseñar los muebles que decoran cada rincón del hotel. Su concepto invita a redescubrir sus orígenes a través de piezas que han sido recuperadas y transformadas para reavivar su magia y su encanto.