“Y me gustaría que el mundo asumiera también su parte en esta lucha. No esperen que sólo los pueblos indígenas sigamos haciéndolo”.
Fotos: Fuente externa
VALIENTE.
Cautivar el mundo con su historia no estaba entre sus planes. Quizás nunca imaginó que su lucha se convertiría en la de millones de corazones de diferente raza y color. Nemonte Nenquimo, de piel pintada de sol y pelo negro azabache, hoy camina con la frente en alto, pues ha logrado conseguir una de las mayores victorias para su pueblo: preservar su tierra, unas 500,000 hectáreas de selva amazónica ecuatoriana.
Esta líder indígena waorani de 35 años obtuvo este triunfo cuando encabezó una campaña para suspender el proyecto de explotación petrolera del bloque 22. Demostró, en la Corte Constitucional de Ecuador, que no necesita una lanza para hacerse escuchar, sino voluntad y determinación.
Sin lugar a dudas, el 2020 fue su año. Nemonte Nenquimo recibió uno de los seis Premios Goldman (considerados los “Nobel” de la protección ambiental), siendo la tercera vez que un activista ecuatoriano lo gana. Asimismo, fue reconocida por la revista Times como una de las 100 personas más influyentes del mundo y la BBC la incluyó en su lista “Mujeres inspiradoras e influyentes en el mundo”.
También, recibió la distinción Champions of the Earth, el mayor honor ambiental de las Naciones Unidas, convirtiéndola en una de las líderes medioambientales más destacadas de Latinoamérica. Al asumir su papel como tal, ha viajado a Ginebra, Río de Janeiro, San Francisco y Nueva York.
Su deseo incansable de proteger la naturaleza la llevó, en el 2010, a vincularse al proyecto de la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE) con tal de detener el comercio de carne silvestre. Pocas personas aman su tierra como Nemonte Nenquimo ama la suya. Ella esta dispuesta a entregar su vida por respirar aire puro y tener tierra fértil. Su ilusión más bonita es ser acariciada eternamente por el sublime verde de su refugio natural.
“Yo represento a millones de personas indígenas que luchamos por la naturaleza. Si me reconocen a mí, nos están reconociendo a todos”.