La Navidad, para la mayoría de las personas alrededor del mundo, evoca un tiempo de fiesta, calidez y felicidad plena. Los pequeños de la casa sueñan el año completo con los regalos de Santa Claus, y hasta prometen portarse bien para recibir eso que tanto añoran. Pero no podemos olvidar que la Navidad es un tiempo de regocijo para toda la familia, por eso en este tiempo hay que llenarse de alegría. Darle a nuestros seres queridos regalos espirituales de amor, tiempo, y respeto. Invitarlos a compartir un momento juntos, donde cunda la riqueza espiritual y que todos conectemos a través de esta emblemática temporada del año.
Y qué mejor manera de hacerlo que en un lugar encantador que, desde el mes de noviembre, se despide de los tonos dorados del otoño y le da la bienvenida a la magia de la Navidad. La capital de Escocia, Edimburgo, es uno de esos lugares que sacan sus mejores colores con el invierno y un lugar perfecto para una escapada en los dos últimos meses del año. Los festivales y mercados de invierno del lugar aúnan la Navidad de Edimburgo, convirtiéndose en una mágica explosión de luces parpadeantes, cautivadores sonidos, deliciosos sabores y diversión.
Está considerado por National Geographic como el mejor mercado de Navidad del continente europeo, y destacan los comercios de productos artesanales y los puestos de comida tradicional del centro de Europa. Puedes disfrutar del ambiente y aprovechar para comprar decoraciones para el árbol de Navidad, comer una salchicha y degustar de una taza de vino caliente llamado glühwein.
Situado en el centro de East Princes Street Gardens y George Street, en el corazón de la ciudad, se extiende el ambiente festivo y asegura excelentes compras navideñas. En cada rincón encuentras un poco de todo, desde decoraciones hechas a mano hasta bufandas de cachemira para protegerte de la fría temperatura. Los mercados navideños de Edimburgo son tradicionales y románticos. Pero no podemos dejar atrás las muchas otras atracciones que se encuentran emplazadas a lo largo del Old Town y New Town de la ciudad de Edimburgo. The Dome en George Street, la pista de patinaje en hielo, la calle Victoria Street y muchas otras atracciones forman parte del encanto de esta ciudad que, sin duda, fascina a los visitantes año tras año con sus pasajes navideños, emulando un cuento de hadas.
