Una de las tradiciones más esperadas de la temporada navideña es el momento de intercambiar regalos y descubrir, de esta manera, los más interesantes presentes que nos regalan nuestros seres queridos.
Si bien podemos asumir que los miembros de la realeza disfrutan de todo aquello que uno podría desear en la vida, la realidad es que no son extraños a estas tradiciones tan esperadas en cada celebración navideña de alrededor del mundo.
La tradición de entregar regalos a la realeza es una que se remonta a tiempos históricos. En el antiguo Egipto, por ejemplo, la gobernante más famosa de todos los tiempos, la reina Cleopatra, quien reinó en el imperio antiguo entre el año 51 a.C., hasta el 30 a.C., fue una de las personalidades que más obsequios recibió. Entre los más trascendentales de estos regalos ostentosos, según ha citado la autora Stacy Schiff en su obra ‘Cleopatra: una nueva mirada a la deslumbrante vida de la reina que sedujo al Mundo Antiguo’, se pueden citar un esclavo, un sillón de oro, una gacela, un caballo con armadura de plata, entre otras curiosidades.
Pero estos obsequios curiosos no se quedaron en el Mundo Antiguo, sino que han llegado hasta nuestros días, donde los fieles seguidores de la familia real asumen la tradición de presentar a la realeza sus regalos navideños cada año. Se dice que esta tradición, así como la de colocar un árbol navideño en el palacio real, se remonta a finales del siglo XVIII, cuando la esposa del rey Jorge III de Inglaterra, la reina Carlota, introdujo por primera vez la tradición de intercambios de regalos y la colocación decorativa de un árbol de navidad, desde entonces, el resto es historia.
Recibir regalos no es nada extraño para la familia real. De hecho, es parte de su día a día, ya que los seguidores de la monarquía envían cada día flores, tarjetas, entre otros obsequios al palacio real. Es por este motivo que los regalos de navidad se convierten en todo un espectáculo.
Comenzando por los alimentos, que no se quedan fuera de la lista de regalos curiosos que recibe la realeza, al no saber qué regalarle a la reina Isabel II, la princesa de Gales, Kate Middleton, optó por obsequiarle a la fenecida monarca un frasco de Chutney casero, una salsa agridulce popular en India. Otro regalo curioso incluye una caja que incluia 100 mangos, que recibió la princesa Ana, un detalle de parte de Mamnoon Hussain, quien entonces fungía como presidente de Paquistán.
Otro regalo curioso de un miembro de la realeza a otro, fue de parte de la princesa Ana a su hermano, el entonces príncipe Carlos, a quien obsequió un asiento de piel para el inodoro; mientras que su padre, el fenecido príncipe Felipe, le regaló un molino de pimienta con luz incluída.
El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no se quedan atrás. Algunos de los regalos que han recibido incluyen una tetera, una funda para cojín, una silla para montar, unos jeans y una toalla de playa.
Pero volvamos un poco atrás en la historia de los regalos recibidos por la realeza, y es que, probablemente, el regalo más trascendental que ha recibido la realeza sea el diamante Koh.Noor, de 186 quilates, que hoy representa la más importante pieza de la corona real.
El diamante fue un obsequio de Duleep Singh, príncipe del imperio sij, a la reina Victoria de Inglaterra en 1849. Si bien es uno de los regalos más valiosos de la historia de la monarquía, lo cierto es que a la reina no pareció impresionarse el ostentoso diamante. Expertos han llegado a estimar el costo del diamante en 485 millones de dólares, otros lo consideran una pieza inestimable. La pieza pasó a formar parte de la corona británica luego de que el esposo de la reina Victoria, el príncipe Alberto, la mandara a tallar para hacerla más brillante.
La reina Isabel II, quien se mantuvo por más de medio siglo en la corona, fue probablemente la monarca que más regalos recibió durante toda su vida y su reinado. Entre los obsequios que recibió la fenecida gobernante se pueden citar una bolsa de sal y un gorro para la ducha, un regalo que recibió de su nieto Harry.
A estos se agregan regalos tan peculiares como botellas de leche, pedazos de pastel y galletas, polvo de hadas, que le regalaron al hoy rey Carlos II durante una visita a Nueva Zelanda, así como 32 paquetes de dátiles y un frasco de mantequilla batida que le dieron durante una visita en Arabia Saudi.
Si bien los royals pueden recibir todo tipo de obsequios por parte de sus seguidores, lo cierto es que la realeza no puede conservar todos estos regalos. Esto es debido a que las normas del país requieren que estos obsequios sean administrados por la organización benéfica Royal Collection Trust, fundada por Isabel II en el año 1993.
Los objetos recibidos pasan a formar parte de una exhibición anual que se realiza en el Palacio de Buckingham, donde han llegado a presentarse más de 250 obsequios de alrededor del mundo. Pero, las normas eximen de esta exhibición los obsequios relacionados con comidas o bebidas, por lo que la realeza, por lo general, puede disfrutar de estos.
Otros detalles exentos de estas normas son los animales que son donados al zoológico. Tal es el caso del elefante que recibió la reina Isabel II en Camerún, mismo que fue llevado al zoológico de Londres, junto a dos castores y dos osos perezosos que también recibió como obsequio.
