Romanticismo, nostalgia y majestuosidad, este es el gran poder transformador que posee el saxofón y que, con la virtuosidad y el talento del artista, nos hace partícipes de mágicos momentos y eleva nuestro sentido de la música más allá de las letras. A lo largo de más de dos décadas, hay un nombre que destaca y que es sinónimo del smooth jazz: Kenny G, un músico –como el mismo se describe– con la esperanza de dominar el instrumento que le ha acompañado y con el que nos ha deleitado con pasión y sentimiento, y que a la luz de nuestros ojos y del mundo, no solo ha conquistado el saxofón, sino que también lo ha dotado de un encanto capaz de cautivar y sobrepasar las barreras del idioma y las fronteras.
Intensidad, magia y sentimientos envuelven en cálidos matices cada nota que proviene de sus manos, para hacernos testigos del más bello de los sonidos.
¡Sonidos que inspiran! Sí, esa suave melodía proveniente del instrumento que hoy es parte vital de su vida, despertó en su ser el interés de tocar, no solo como la persona que observó a través de su televisor a los diez años, sino como un saxofonista que lleva en su esencia la intención de dar lo mejor de sí, enfocado en el esfuerzo y la práctica de tres horas diarias cada día, pero, sobre todo, consciente de que el viaje es su mejor inspiración.
Esta conciencia de lo inalcanzable que puede resultar la perfección, es el motivo central para que Kenneth Gorelick, mejor conocido como Kenny G, se esfuerce, aprenda y mejore cada día. Prueba de ello es que, después de 24 álbumes, ha logrado no repetirse entre una discografía y otra. Entendiendo, como él nos confesó, que ahora el instrumento es parte de él, y es precisamente este reconocimiento que le hace entender que puede ser aún más creativo con su música.
¿Qué hace que su música sea tan diferenciadora de otros jazzistas? El hecho de que las melodías que evocan de este instrumento cónico surgen desde su corazón. Esta motivación que conmueve y seduce en cada una de sus presentaciones es lo que siente y escucha el ganador del Grammy en 1994 cada vez que sube a escena.
10 años es el tiempo que le tomó dominar la técnica de respiración circular, una habilidad que le permite sostener durante 45 minutos una nota, una segunda naturaleza para el artista, ya que le posibilita tocar frases largas y, sobre todo, ser más creativo en sus presentaciones.
Criticado por muchos y elogiado de igual manera, una verdad que evidenciamos en el documental de HBO Listening to Kenny G, juicios que nunca ha tomado en serio y que, por tanto, no han afectado su trayectoria.
Música que le ha llevado a realizar importantes duetos con artistas de la talla de Aretha Franklin, Celine Dion, Michael Bolton y Andrea Bocelli. Paul McCartney y Elton John son dos personalidades con las cuales el saxofonista no dudaría en colaborar, aunque admite que se mantiene enfocado en su propia música, consciente de que las colaboraciones se presentan en el momento adecuado y con el artista apropiado. Songbird, Forever In Love y Going Home son algunas de las canciones que se han convertido en todo un éxito, destacando Songbird, la cual significó un punto de inflexión en su carrera, disparando las ventas del álbum Duotones en 1986.
Hay canciones que trascienden y se convierten en himnos, como es el caso de Going Home, famosa en Japón porque es la melodía que anuncia el término de labores. Sin trabas de idiomas ni fronteras y que le hacen sentir a Kenny G una sensación de satisfacción y orgullo, y que constatan que la música es capaz de unirnos como si fuéramos uno solo.
Sin dudas, cuando el talento es innato, corre por las venas y fluye de manera natural, como en el caso de Kenny y sus hijos, Max y Noah, ambos músicos y con un futuro prometedor, como prometedor es el concierto que próximamente tendrá el saxofonista en nuestro país. Siete años han transcurrido desde la última vez que se presentó en escena y aquí seremos testigos nueva vez de la destreza, sentimiento y armonía de sus piezas, de las cuales nos deleitará con su más reciente álbum: New Standards.
