fotos: Cortesía de la entrevistada
“Es muy bello apoyar a nuestros chicos, ya sean de la academia o de la selección nacional, donde la dominicanidad nos une a todos”.
Dedicada y con orgullo hacia al fútbol, así es Janet Rivera, que se entrega con alma, corazón y vida a lo que le apasiona. “He sido amante del deporte desde chiquita. ¡Nadie se resiste a su energía positiva! Lo considero una maravillosa manera de apoyar a la juventud”. Siempre se ha sentido atraída hacia el fútbol, desde que vivió en México por muchos años. Pero con el fútbol de RD conectó a través de un niñito de 5 años que hoy tiene 17 y no ha parado de jugar desde entonces: su hijo Sebastián. “Soy la verdadera “soccer mom” y con él he recorrido el camino desde sus inicios en la academia, luego su partida a una escuela en el noreste de Estados Unidos (aún así no me pierdo ninguno de sus partidos) y un poco de la experiencia de las selecciones nacionales. Nada es más hermoso para un atleta que representar a su país”.
Gracias a su pasión por este eufórico deporte, Janet ha decidido formar parte de federaciones y academias ligadas a este. Llegó a la FEDOFUTBOL en el 2019 y dice que su posición como tesorera ha sido un reto enorme. “Me he hecho acompañar de un equipo de profesionales de gran reputación en la Comisión de Finanzas, y estoy segura de que el área financiera está mucho mejor que lo que estaba cuando llegamos. Me gusta transformar y mejorar cualquier proceso o recurso que la vida me va poniendo en las manos, y me tomo muy en serio las responsabilidades que actualmente tengo en ambas instituciones”.
De igual forma es parte del Barça Academy desde su fundación. “Hubo un momento crucial en la vida de la escuela en que necesitaba de socios nuevos, y no vacilé en hacer lo que fuera necesario para mantener su salud financiera y que la academia se mantuviera en su plenitud. ¡Bendito Dios, así ha sido! De ahí salió que me invitaran a formar parte del Comité Ejecutivo de FEDOFUTBOL que salió elegido vía asamblea en diciembre 2019”. Ella es quien le pone el toque personal, familiar, cercano, tanto para sus sobrinos y sobrinas –porque en eso se van convirtiendo todo ese montón de chicos y chicas que pasan la mitad de su tiempo en las instalaciones– como para los padres que constantemente necesitan de atención.
A lo largo de esta inmersión en el mundo del fútbol, esta intrépida y alegre mujer se ha visto enfrentada a ciertos retos. La ausencia de féminas en este deporte se ha vuelto un reto general en el deporte, no solo en el fútbol. No hay muchas mujeres involucradas en la dirección deportiva. Hacen falta más chicas jugando, así como más entrenadoras y más árbitras. Pero hay cada vez más. Es un proceso. “El fútbol femenino ha crecido muchísimo mundialmente y aquí no nos podemos quedar atrás, máxime cuando la FIFA ha designado nuestro país como anfitrión del Mundial de Fútbol Sub-17 para el año que viene. Primera vez que nuestra academia tiene como 50 inscritas y trajimos una entrenadora colombiana para atender el proyecto femenino como merece. ¡Apostando al futuro del fútbol femenino en nuestro país!”.
Es por esta y muchas razones que Janet ve el deporte como una realidad en su vida a través de la cual puede contribuir a la sociedad. “Uno nunca sabe lo que la vida le trae, de hecho la mía ha dado varias vueltas imprevistas, pero más que aspirar, estoy enfocada en dejar mi huella, asegurando la transparencia en el uso de los fondos que me ha tocado manejar, en una industria que gritaba a voces por una gestión seria”.
