Antonio del Valle es uno de los propulsores del arte en México y también uno de los más ricos de dicho país. Luego de trabajar toda su vida para sus empresas, Antonio decidió donar parte de su patrimonio al arte.
Es el fundador de uno de los nuevos museos que se abrieron luego de la pandemia en México. Ubicado en un hermoso recinto colonial de piedra volcánica y recientemente renovado, fue construido en el siglo XVII en el centro histórico de la ciudad.
“Estoy absolutamente retirado de los negocios y solo me dedico ahora a apoyar la cultura y el arte en México”.
Tanto Antonio como su familia están trabajando juntos en este nuevo proyecto. Una de sus hijas, Blanca del Valle Perochena, es hoy en día presidenta del museo. Este cuenta con alrededor de 1,700 obras de arte las cuales fueron adquiridas únicamente por Antonio del Valle.
Con más de 50 diferentes artistas y con la mejor colección de pintores exiliados de España durante la guerra civil, también cuenta con obras de la famosa pintora catalana Remedios Varo, entre otros madrileños y gallegos que han resultado muy famosos en el mundo del arte.
Esta impresionante colección inició con la compra de dos cuadros, uno del pintor mexicano Geraldo Murillo y el otro del pintor poblano José Guatín Arrieta. Inicialmente era solo un hobby, pero unos 25 o 30 años más tarde se ha convertido en el negocio más importante para Del Valle y su familia.
Sus herederos son quienes controla ahora sus antiguas empresas e inversiones que realizó en el pasado. Cabe destacar que muchas de las ganancias generadas han sido donadas a obras benéficas españolas, como son el Museo del Prado y la Fundación Princesa de Asturias.
Otras de sus colaboraciones al arte han sido sus aportes a las colecciones de la Hispanic Society de New York, de cuya junta Antonio del Valle es miembro de la directiva.
Su anhelo más grande es que el día que él y su familia no estén, estas colecciones perduren unidas y concebirse como un patrimonio.
