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Alexandra Mejía Arcalá

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“Aún en los momentos más difíciles, dolorosos y de gran incertidumbre, Raúl Karim me decía que cuando regresara, quería trabajar como voluntario y ayudar a los niños con cáncer de escasos recursos de RD.”

Una mujer fuerte, de un corazón noble y valiente que le permitió sobrellevar una de las situaciones más difíciles que una madre puede pasar. Alexandra nos cuenta su historia luchando junto a su primogénito contra una enfermedad terminal. “Recibir el diagnóstico de cáncer es devastador, crea en ti una sensación de ansiedad, incertidumbre, pánico, miedo y desesperanza. Pero cuando ese diagnóstico es dado a tú único hijo, de 20 años y a escasos días de cumplir sus 21 años, es como un edificio que se derrumba, todas las piedras caen encima de ti y no sabes cómo salir”. Para ella, su hijo fue una fuente de inspiración, el despertar de un alma altruista que, con sus vivencias alienta a las personas y le da las esperanzas para conllevar este proceso.

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¿Qué legado y qué aprendizaje deja su hijo en usted?

Mi adorado hijo Karim dejó en mí y en muchas personas que lo conocían bien, una huella imborrable y un legado imperecedero, ya que fue un joven sumamente humilde, amigo de todos, conciliador, buen hijo, nieto cariñoso y preocupado, un legado de amor. Pero también de valentía, de enfrentar la adversidad con esperanza y decisión, firmeza e integridad. Sin embargo, dejó impregnado en mi corazón el legado indeleble e intangible del perdón, aún a los que nos ultrajan. Su humildad y amor no le permitían albergar odio o rencor, siempre pedía perdón, siendo un joven muy obediente y responsable, sencillo como pocos y muy cariñoso.

¿Cómo esta vivencia le motiva a formar parte de fundaciones como FACCI? 

Raúl Karim expresó, tanto verbalmente como por escrito, su deseo de ayudar a los niños y jóvenes con cáncer de escasos recursos de nuestro país, a su regreso. Esa es mi principal motivación para formar parte de FACCI y de “Cycle for Survival”, un movimiento de USA que nació en el Memorial Sloan Kettering Hospital para recaudar fondos para la investigación del cáncer en general. Es de la única forma que podremos atacar este mal, de raíz. 

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¿Cómo planea usted ayudar a las personas que están pasando en estos momentos por este proceso?

De la forma como comenzó este movimiento fue con los bolsos para las madres de los onko-pekes, este bolso contiene: una manta, cosméticos y artículos de higiene personal para ellas, un peluche para el niño o niña, meriendas, una Biblia, medias cómodas, toallas desechables, etc. Ese mismo diciembre del 2021, junto a un hermoso grupo de amigas voluntarias y amigos de Raúl Karim, así como sus primos adorados, fuimos al Hospital Robert Reid Cabral (y al Incart); también cumplimos los deseos de los niños desahuciados del hospital, les llevamos meriendas y un bolso de alimentos a esos padres. Este grupo toca todas las fibras de mi ser y la tristeza se convierte en alegría, aunque sea por un corto periodo de tiempo. “Es mejor dar que recibir”… esto me llena de un gozo y una satisfacción que sólo puede venir de Dios. A Él sea la gloria! Si no fuera por la fuerza que Él me da, no podría hacerlo.

¿Qué palabras de aliento le diría usted a estas personas?

A las familias que están pasando por un devastador diagnóstico de cáncer, les exhorto a que se documenten bien de la enfermedad, que investiguen y lo pregunten todo. Pero especialmente les llevaría el bálsamo de la palabra de Dios y que perseveren en la oración, aunque el resultado no sea el que deseamos, pero si está dentro de la soberanía de Dios. Raúl Karim aceptó al Señor pocos días antes de partir a su presencia y mi mayor esperanza es reencontrarme con él en el cielo. Amén.

¿Cómo podría una persona movida por esta causa aportar su granito de arena?

Espero que contar un poco de mi experiencia de dolor traiga sonrisas y esperanzas a algún niño con cáncer con unos padres o una madre sola desesperada porque no tiene los recursos para el tratamiento de su pequeño. Que cuando leas, entres a FACCI… coopera, apúntate como voluntario, dona recursos si puedes. ¡El gobierno, todos unidos podemos lograr una mayor esperanza de vida! Dios los bendiga.

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