Alzando la voz por aquellas criaturas que no pueden hacerlo por sí solos, esta visionaria –desde pequeña– tiene una visión de ayudar y ser un ente generador de cambios y oportunidades. Sus orígenes en el barrio Buenos Aires de Herrera la enseñaron a conocer las principales necesidades del sector y ver la falta de educación junto con la limitación en los recursos para desarrollar ideas, metas y proyectos. Todos estos inconvenientes la hicieron visualizar un país diferente, que solo sería posible si participaba en su transformación.
La vida junto a su abuela Lorenza fue el mayor ejemplo de filantropía que pudo haber conocido, “una mujer trabajadora y en exceso generosa, que siempre sabía cómo ayudar a las personas de su comunidad”. Ella fue su mayor soporte para llenar la casa de animales que había rescatado, producto de ser abandonados o heridos.
Desde sus inicios en el bachillerato, Lorenny crea informalmente la fundación LASO, que nace de su personalidad altruista y su voluntad de rescatar animales. “Por lo general, de camino al colegio me encontraba con alguna cajita o saquito que habían tirado con animales dentro. El ruido de los animales llorando y gimiendo me acercaba a ellos y los recogía, me los llevaba a la casa, mi abuela los acomodaba mientras yo regresaba al colegio. Esos días siempre llegaba tarde, pero ya el portero o la Dirección conocían la razón más probable”. Fueron su abuela, su juventud y su profesión -siendo esta comunicación social- los pilares que le ayudaron a recibir más atención y a tener un mayor alcance, lo que la convierte en la voz de los que no tienen voz.
Este proyecto que inició rescatando animales, ahora tiene como hilo conductor, salvar vidas. El principal fruto de Fundación LASO a la sociedad dominicana es el salvar vidas, “sin importar de qué o de quién, nuestro objetivo es salvar vidas”.
Su labor por amparar a los demás no termina ahí: el Hogar de Animales Ciudad de Ángeles de Fundación LASO será el primer espacio autosostenible del país, donde podrán ser llevados los animales en condiciones de vulnerabilidad por maltrato o abandono y donde recibirán atenciones veterinarias gratuitas y cuidados adecuados, pero sobre todo, donde recibirán el cariño que tanto necesitan. Esta ciudad está concebida como un espacio de recreación para la familia dominicana, donde podrán ir a disfrutar de los animales que allí habitan y llevar a los suyos, donde podrán realizar un día de picnic, montar bicicleta, celebrar actividades sociales, comprar la comida o accesorios que requieren sus mascotas, entre otras importantes actividades. De igual forma este mágico lugar contará con el primer centro de rehabilitación de salud mental con animales de todo el país.
Lorenny nos cuenta que el buen cuidado de animales trae muchos e importantes beneficios, empezando por sanear el país de animales callejeros, de proveer animales para adopción en condiciones adecuadas, de promover la empatía, el respeto hacia los seres vivos y de propiciar una cultura de paz y armonía. De igual forma, se ha descubierto que cuando se acaricia a un animal doméstico, el cuerpo libera oxitocina, una hormona que tiene un efecto calmante en tu cerebro, ya que reduce el estrés y la ansiedad.
Como sociedad, podemos cuidar a nuestras mascotas y ser responsables al cien por ciento con ellas, así como resguardar a los animales en situaciones vulnerables. “La indiferencia es el mayor asesino de los animales que se encuentran en situación de vulnerabilidad por maltrato, abandono o atropellamiento”. Y por último, debemos aportar: “Si conoces alguna fundación, refugio o rescatista, apóyalo en su labor, que es muy difícil y costosa, y la mayoría no tiene cómo asumir todo lo que se le presenta”.
“Cada día, cientos de personas en nuestro país rescatan animales, o tienen que enfrentar situaciones difíciles por falta de recursos, y tu apoyo puede ser la solución”.
