fotos: Julio César Peña locación Altos de Chavón agradecimientos: Casa de Campo
Es probable que no haya mejor forma de verdaderamente experimentar un destino que sumergirse en él, es ahí, cuando decides ir más allá de la superficie, que descubres el verdadero significado del lujo de viajar. En esta ocasión, retornamos a Casa de Campo, una vez más, con el propósito de conocer y conversar con Mark Lakin, un aventurero y amante de los viajes que ha recorrido los siete continentes en busca de encontrar los más cautivadores destinos para crear experiencias de viajes totalmente diferentes para sus clientes.
Mark es neoyorquino, y allí, en la Gran Manzana, es conocido no solo por aventurarse a recorrer el mundo, sino por crear experiencias de viajes totalmente distintas para aquellos viajeros intrépidos que aman los viajes y la aventura tanto como él. Fue por este amor a viajar y esas ganas de compartir lo que ama que fundó su agencia de viaje ‘The Legacy Untold’, cuyo propósito es precisamente ese, llegar a aquellos lugares que nunca pensamos visitar, descubrir aquellos destinos que trascienden lo convencional y, a partir de ello, invitarnos a vivir el lujo más allá de la superficie. “Solo compartimos aquello que amamos”, comenta.
Es la segunda vez, en casi tres décadas, que Mark visita la República Dominicana. La primera vez, en 1997, con tan solo 19 años de edad, visitó el país cuando apenas comenzaba este proyecto de viajar, por el puro placer de viajar. Hoy, 27 años más tarde, regresa con el mismo entusiasmo a redescubrir esta tierra caribeña en la que, en sus palabras, ha encontrado tantas maravillas como aquellas que ha descubierto en destinos de clase mundial en sus recorridos por los siete continentes.
“He viajado mucho desde que estuve aquí y tengo que decir que el equipo realmente ha hecho que esta experiencia cobre vida para mí. Cuando planeé el viaje compartí que quería vivir experiencias, actividades y aventuras, y lo he hecho sin parar. Tuvimos una increíble sesión de fotos en una galería; una hermosa clase de cerámica con un equipo encantador en Altos de Chavón, e hicimos un recorrido en catamarán por el Río Chavón”.
Para él, el Caribe es más que simplemente playas de arena blanca, especialmente esta isla ubicada en el mismo trayecto del son; es más que esa percepción del turismo local con la que usualmente se vendía el turismo nacional. “Me sorprende lo mucho que hay por hacer aquí”, comenta. “Creo que los neoyorquinos, y muchos estadounidenses, vemos el Caribe como un lugar para tumbarse en una hermosa silla de playa y relajarse, pero, para mí, lo que hace a este sitio tan especial es todo lo que ofrece para hacer”, agrega.
Sus viajes los documenta a través del lente y sus fotografías, esas que nos transportan a aquellos lugares que ha visitado y le han enamorado, han sido publicadas por revistas tan importantes como Vogue y Travel + Leisure, el sitio web de viajes más prestigioso del mundo.
Solo compartimos aquello que amamos.
Mark Lakin
Es un amante de la cultura africana, y así lo deja entrever en sus fotografías y en el entusiasmo que demuestra al hablar de este destino en particular donde ha experimentado el lujo de viajar de una manera totalmente distinta y alejada del lujo convencional. “Ningún viajero ha visto el mundo hasta que viaja a África”, afirma. “Creo que he aprendido mucho sobre la vida luego de pasar tiempo con diferentes tribus de alrededor del mundo”, agrega.
Allí, en medio de las rocas que dan vida y forma a Altos de Chavón, Mark nos reveló lo que, probablemente, es una de las historias más interesantes que hemos escuchado en mucho tiempo, sobre de sus viajes y experiencias con culturas tribales, una de esas vivencias que trascienden, que te marcan y te llevan a ver la vida desde un punto de vista totalmente distinto.
“Cuando estuve en Tanzania, fui a cazar con arco y flecha de forma nómada con una tribu llamada Hadza, de lenguaje con clicks. Ellos viven como vivíamos todos hace miles de años. Cazan para comer y, cuando disparan a un animal, cortan un pequeño trozo de su pelaje, el pelaje más suave que nunca ha estado expuesto al sol, y lo atan alrededor del arco con el que le mataron para honrar el espíritu del animal cuya vida debieron arrebatar para alimentarse”, nos cuenta.
“Aprendí mucho de ese momento sobre el respeto por la fuente de alimento. Aprendí mucho sobre cómo comprender de dónde proviene la comida y la salud del animal que estás comiendo. Y aprendí mucho sobre cómo tomar de la tierra justo lo que necesita y ser muy respetuoso con ella”, agrega.
Pero la aventura no terminó aquí, ya que la tribu, agotada, sudorosa y en busca de refrescarse, tomó de un charco sucio, y en ese momento entendió lo fundamental, lo que a veces damos por sentado… pero dejemos que sea él quien lo cuente: “Este cazador bajó a un charco sucio en el suelo de un río que se había secado y puso sus labios en él… en ese momento entendí lo que es el acceso a agua potable para las personas. Y a partir de ese momento, cada vez que tomo un vaso de agua puedo tener muy claro cuán lujoso es realmente poder abrir el grifo y tener agua cristalina, deliciosa, dulce y que no nos haga daño”.
