fotos María Quírico y Miguel Ángel Landestoy
Los seres humanos tenemos la dicha de compartir nuestro planeta con una gran variedad de impresionantes criaturas, a las que se hace necesario inventariar y cuantificar para la identificación de excepcionales espacios de gran importancia biológica, cuyos servicios ambientales de forma gratuita hacen posible la preservación de la vida en el vasto terreno que también llamamos nuestra “casa común”. Esa es justamente la labor de nuestro protagonista, Miguel Ángel Landestoy, un destacado fotógrafo, intérprete ambiental y estudiante de la Escuela de Biología, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quien destaca en los escenarios de la investigación científica por el descubrimiento de nuevas especies de anfibios y reptiles.
El primero de sus hallazgos fue el Peltophryne armata, conocido como el “Sapo de Armadura de la Hispaniola”. Este anfibio fue descrito en la provincia Pedernales en el 2018. A este le siguen dos serpientes, encontradas en 2018 y 2020, respectivamente. La primera en ser descubierta, en el 2021, fue la Chilabothrus ampelophis, denominada “Boa Bejuco de la Hispaniola”, mientras que la otra, bautizada como “Boa Falsa de Jaragua” (Tropidophis leonae), fue descrita en enero del 2023. El cuarto fue un lagarto, la “Lúcia de Jaragua” (Guarocuyus jaraguanus), avistado en dos diminutos islotes en medio de la Laguna de Oviedo, dentro del Parque Nacional Jaragua, mientras realizaba una investigación sobre la fauna en manglares de la provincia Pedernales, encabezada por el Grupo Jaragua: una reconocida institución que vela por la conservación de la biodiversidad de la isla La Española y los servicios ambientales que se deriven de ella.
“Lo que representan estos hallazgos, para mí y para los dominicanos, es que demuestra lo rica y poco conocida que es Pedernales, y que deberíamos poner más atención en cuanto a acciones de conservación de este paraíso nacional, el cual está siendo sometido a modificaciones masivas en el sector agropecuario y el turístico. Creo que se puede aprovechar para el turismo, pero siempre con cautela y sostenibilidad”, señala el renombrado naturalista y zoólogo dominicano.
Landestoy se describe como un curioso incurable, apasionado por las interacciones entre los animales y su ambiente, las cuales trata de registrar en cada salida al campo. Tras cuestionarle sobre el estado actual de las áreas boscosas de la República Dominicana, reconoce que somos privilegiados de contar con una amplia gama de ecosistemas que son hábitat de muchas especies. Sin embargo, considera necesario que se identifiquen y prioricen ciertas zonas críticas para su conservación. “En las últimas décadas, se nota cómo hemos descuidado muchas áreas verdes y protegidas nacionales. ¡Su cuidado no debe, ni puede, esperar más!”, puntuales palabras de este testigo de la generosidad de la naturaleza.
