Fotos: Cirilo Olivares
Se encuentra en la dirección de la Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM), desde donde viene revolucionando la forma de trabajar en beneficio de la sociedad. En lo profesional, disfruta de su rol como servidor público y de la oportunidad de poder impulsar cambios; mientras que, en lo personal, se enfrenta a lo que, probablemente, será uno de los retos más grandes e importantes de su vida: la paternidad.
Formado en el seno de una familia de servidores públicos, creció con ese espíritu que caracteriza a aquellos individuos que buscan impactar positivamente a la sociedad. Y, mientras que sus amigos hacían actividades propias de los intereses adolescentes, a sus 14 años de edad, Jean Luis se encontraba en otra etapa, descubriendo su amor por la política, por generar cambio, por definir el rumbo hacia donde quería llevar su historia de vida.
Agradecido. De su padre, aprendió los valores que le han formado como padre y esposo, pero más importante, a trabajar en la formación de una sociedad más justa, una vocación que no ha dejado de perseguir desde que en sus años adolescentes tuvo su primer acercamiento personal con la política.
“Cuando mis amigos estaban en alguna actividad que se corresponde a su edad, yo estaba armando un frente juvenil, planificando una estrategia de oposición, encadenándome frente al Tribunal Superior Electoral o en defensa de alguna causa”, recuerda con el mismo entusiasmo de aquellos años.
Visionario. Con los años, su visión de lo que debería ser una sociedad justa ha evolucionado, y su compromiso con utilizar su plataforma para generar cambio solo se ha intensificado, resultado, en parte, de haber experimentado el inmenso amor que viene con la paternidad. “La paternidad me ha enseñado de firmeza, constancia, perseverancia, a fluir y no querer tenerlo todo bajo control. Cada día aprendemos cosas nuevas, es una etapa de nunca acabar”, explica.
Lograr estabilidad y bienestar común es la gran meta de Jean Luis, un objetivo que va de la mano con el legado que viene construyendo y el tipo de sociedad que quiere dejar para sus hijos. “Pensar que mi mejor legado para ellos -mis hijos- es dejar un mejor país, definitivamente potencializa al 100% mi forma de ver la gestión pública”, agrega.
Su labor como servidor público desde APORDOM le ha llevado a asumir nuevos retos. Y, en octubre de 2022, se embarca en una nueva aventura desde la Coordinación General del Fideicomiso RD Vial donde, como director honorífico, busca llevar innovación a la red vial de la República Dominicana.
“Es un reto que me mueve a mantenerme en constante crecimiento y evolución como profesional y ser humano”, nos comenta al recibirnos en su morada donde, acompañado de su esposa, Daniella Ramos, y sus tres hijos, Sebastián, Gonzalo y Valentina, tuvimos la oportunidad de presenciar las facetas del profesional que lleva su labor social como parte intrínseca de su identidad; y al padre, quien con amor busca formar y educar, guiado por el dicho que reza que “la mejor forma de enseñar, es con el ejemplo”.
