Espacios de belleza artística
Parece muy extraño lo admito. Pero una de las más famosas atracciones de New Orleans es la visita a los cementerios de la ciudad. En total 42 que se extienden a lo largo y ancho de una ciudad mística que respeta mucho a estos residentes que duermen tranquilos rodeado por bóvedas delicadamente talladas, coronadas por esculturas.
Mark Twain, autor sureño consagrado y conocido alrededor del mundo por Las Aventuras de Tom Sawyer y Las Aventuras de Huckleberry Finn se refirió a ellas una vez como “Ciudades de los Muertos”. El sobrenombre se pegó y así les dicen hasta el día de hoy, Y es que el apodo tiene mucho sentido. Los cementerios en New Orleans no son como la mayoría en Estados Unidos. La frase 6 pies bajo tierra no aplica aquí. Se erigen sobre el suelo y nunca bajo tierra por el nivel del agua.
Los primeros colonizadores rápidamente descartaron el entierro bajo tierra de sus seres queridos al ver que los ataúdes subían la mayoría de las veces por las inundaciones o fuertes lluvias.
La estética de estos recintos tranquilos se inspiró en la arquitectura de la Francia y España coloniales y se construyen como comunidades cerradas llenas de tumbas y mausoleos a la vista de todos. Con el tiempo, estos cementerios han desarrollado su propia cultura y reflejan el diseño urbano de una ciudad con influencias mixtas de diferentes orígenes.
Una artista local, Lady Luna, a quien descubrí por sus increíbles fotografías de New Orleans, me cuenta que le encanta capturar estas maravillas de la arquitectura preservadas en el tiempo con imágenes que reflejen la paz y la espiritualidad de estos lugares tan especiales. Confiesa que busca momentos tranquilos para llenarse de vibras positivas caminando por tumbas y mausoleos con su cámara siempre lista por si acaso se encuentra con algunos espíritus… Es que de New Orleans siempre se ha dicho que es un portal entre los de más allá y los de más acá…
“Mi hobbie es pasear por estos lugares tan históricos y especiales. Siempre me energizo en ellos y siento la presencia de las personas que duermen ahí. Inclusive existe un nombre para eso: tafofilia, que expresa la pasión por cementerios y epitafios. Me concentro en fotografiar las tumbas y mausoleos pues son estructuras exquisitas que han resistido el paso del tiempo. Es mi manera de honrar a los que han partido. Se han convertido en lugares muy populares para sesiones de fotos. He retratado hasta novias en ellos”.
