Todo el mundo tiene su manera particular de mantener el peso, para no subir esas libras de más que tanto nos incomodan. Para la reina Isabel II, es algo más simple: solo se trata de evitar las patatas o papas.
The Mail Online lo reveló al compartir una conversación en un almuerzo en el palacio de Buckingham al que asistió Guy Singh-Watson, fundador de la iniciativa Vegatable Box y reconocido impulsor de la granja orgánica en Reino Unido. Según cuenta el periodista, Sing-Watson explicó: «No recuerdo cómo, pero entablamos una conversación sobre la diabetes y la dieta, y la reina dijo que no come patatas (…) Estábamos hablando de verduras porque, por supuesto, esa es mi profesión. Ella simplemente me sorprende por su amplio interés, conocimiento es extraordinario».
Tatler habló anteriormente con su ex chef privado, Darren McGrady, quien confirmó que la reina no está muy preocupada por la comida y que «come para vivir». Sus cenas, decididas con varios días de antelación, «tendían a incluir comida de la finca, aves de caza, faisanes, urogallos, perdiz», explicó McGrady, «le encantaba que estuvieran en el menú».
Aunque la reina no ama las patatas o papas, algo que si ama y que no puede faltar, es el chocolate, y mientras más amargo, mejor.