Ubicada en West Village, Manhattan, Nueva York, específicamente en la 275 W 11th St, a solo una calle del apartamento de Carrie Bradshaw, Sarah Jessica Parker, quien le dio vida a este personaje, optó por no solo compartir el gusto en moda, también el prestigioso vecindario, por lo que adquirió dos viviendas que unificó y las ha vuelto su residencia desde hace mucho tiempo.
Revestida de ladrillos por la parte exterior y con un estilo más moderno en su interior, la vivienda de Parker cuenta con seis habitaciones, siete chimeneas, sótano, ascensor, jardín privado y un fabuloso vestidor propio de la mismísima Bradshaw.
El baño principal posee una imponente bañera en su centro, tallada en piedra. Es uno de los lugares favoritos de esta emblemática actriz de cine teatro.
Otra de las estancias que enamoran es su dormitorio, que cuenta con chimenea, y la elegancia y armonía de los colores neutros.
Así como en sus populares filmaciones, el vestidor no pasa por desapercibido. Allí, las texturas y colores se entrelazan, creando un espectacular show visual al mirar de reojo, el lugar perfecto para admirar las prendas únicas que cuelgan de él.
