Texto: Petra Minaya y Patricia Acosta Fotos: Fuente Externa
REPORTAJE ESPECIAL.
De la corona se pueden especular muchas cosas, pero en la cocina siempre se sirve la verdad. Desde celebraciones protocolares hasta los antojos más sorpresivos, en el Palacio Real, todos están diseñados de manera especial. Pero esta tarea no es fácil, ni está en manos de cualquiera. Los menús deben ser fieles representantes de sus anfitriones: su majestad la reina Isabel y el rey Felipe de España quienes, tras una ardua búsqueda, designaron a Mark Flanagan y Alberto Moya Carraffa a la cabeza de sus cocinas.
Mark Flanagan, el chef de la Reina Isabel II
Él es el encargado de preparar las exquisitos platillos que degusta la reina Isabel II en la mesa real. Por mucho tiempo, Mark Flanagan ha tenido en sus manos la gran responsabilidad de idear el menú que, dos veces por semana, revisa la monarca para elegir lo que se comerá en el palacio. Lo que le ha permitido permanecer durante toda una década como la cabeza del equipo culinario de la Familia Real Británica es el ingenio y lo inusual que caracteriza sus creaciones, ya que resultan ser deliciosas, tanto para las comidas que se sirven en el palacete, como también para los eventos especiales que se realizan, como la pasada boda de los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle.
El chef ha afirmado que la reina ‘‘come para sobrevivir’’, por lo que la cebolla, el ajo y la paprika (pimentón) están totalmente anulados de los platos de la dama. La comida sencilla es una de las preferidas, lo que da respuesta al por qué el Lenguado de Dover es uno de los platos más frecuentes en su cocina. Mark Flanagan es el apoderado de los alimentos en el castillo de Windsor, Sandringham, Balmoral y Buckingham.
Alberto Moya Carraffa, el chef de los Reyes de España
Este destacado y brillante chef es hoy el cocinero de los reyes de España, además de cocinar para eventos y organizar demostraciones en directo de la preparación de platos que se podrán degustar luego. Sin duda alguna, su gusto gastronómico es uno de los más demandados en el sector de la hostelería y turismo. Inició su vida profesional en el Restaurante Nicolás, de Madrid, junto a su propietario Juan Antonio Méndez.
Algunos de sus cursos de aprendizaje fueron en la Escuela de Cocina de Luis Irízar, en San Sebastián. En el 1993, empezó a formar parte de la cocina del Grupo Paradís en Casa de América. Después de un año trabajando en este lugar, se interesó y aplicó para formar parte de la cocina del restaurante Marinado, para pasar al restaurante Cabo Mayor, en la categoría de 2º jefe de cocina, en el que fue asignado para preparar todos sus pescados, su tarea terminó en 1999, cuando abrió sus puertas el Bogavante del Almirante, con una filosofía de restaurante joven, pero con calidad, productos frescos, dieta mediterránea, buenos vinos y buenos precios.