l BITÁCORA.
¡Órale, llegamos!
Cabo San Lucas
texto: Natalia Nachón/ fotos: Natalia Nachón y fuente externa
Después de un maravilloso día de turismo intenso en Ciudad de México, antiguo “D.F.”, tomamos nuestro vuelo con destino a San José del Cabo, y a la hora y 10 minutos ya habíamos arribado. Desde las alturas pudimos apreciar el cambio drástico de vegetación y, aunque casi imperceptible, también de temperatura.
Los Cabos disfruta de un contraste bastante interesante: por un lado está ese terreno de aspecto desértico, cactus que adornan ambos lados de la carretera, calles empedradas, pequeños restaurantes, bares o cantinas de época que guardan la apariencia y los aires de un auténtico pueblo mexicano en San José del Cabo y, por otro lado, está Cabo San Lucas, donde la exclusividad, el glamour, la fiesta y todo lo que conforma y caracteriza a sus hoteles y renombrados puntos de recurrencia, cobran vida.
Atendiendo a la invitación de Nissan LATAM, para el lanzamiento del Murano, su vehículo de lujo, vivimos lo mejor de ambos mundos, pero nos hospedamos en Cabo San Lucas, en el The Cape Hotel, un hotel boutique de decoración y vista imponente; de esos donde el lujo toca los cinco sentidos.
Los tres días que estuvimos allí estuvieron programados con tiempo libre incluido, el mismo que aprovechamos para conocer el corazón de la ciudad y, como consecuencia, llegamos a Cabo Wabo, la reconocida “cantina” fundada por el guitarrista de Van Halen: Sammy Hagar, el Hotel California y a la Marina.
La primera noche, además de la revelación del automóvil, disfrutamos de una exquisita cena en El Farallón, restaurante construido sobre rocas y cuevas tipo una terraza que descansa sobre el mar; allí brindamos y degustamos lo mejor de la gastronomía de la zona que, por ser costa, contiene un alto porcentaje de mariscos.
El segundo día no solo descansamos sobre el mar, sino que también lo recorrimos hasta llegar al icónico “El Arco”, una formación rocosa que sale del océano en la punta de la península y que también es conocido como “El fin de la tierra”, porque si trazas una línea desde este punto hacia el sur, la siguiente porción de tierra firme, distante unos 12 mil kilómetros, es la Antártida; además de contemplar la fauna que habita en la marina y sus alrededores, culminando con una fiesta en el mismo yate.
Nuestro tercer y último día, como broche de oro, tuvo lugar en Pedregal, el residencial de lujo de Los Cabos, donde Nissan organizó una fiesta en una de las mansiones más frecuentadas. Alfombra roja y la cobertura de E! Entertaiment transportó a todos sus invitados a las premiaciones que se celebran a principio de cada año. Durante el evento, conocimos melodías, platos y obras de arte inspiradas en el coche, mientras la temperatura subía con la ayuda de copas y espectaculares llamas de fuego controladas en el jardín.
En cuanto a la gastronomía, ¿Qué hay para decir que ya no se haya dicho del país donde se originaron los Taquitos, el Guacamole, las Margaritas y el Tres Leches?… Que en cada punto de México todo es delicioso, y al estar Los Cabos ubicados en frontera con Estados Unidos, la influencia norteamericana en los platillos de la ciudad dicen «presente»; además del factor «costa» que ha provocado que los mariscos también se sirvan dentro de tortillas.