Ser parte de la realeza parece un sueño hecho realidad, pero la verdad es que puede ser más demandante e ilógico cuando eres mamá. Las expectativas, las reglas y seguir las tradiciones desde el embarazo, bautizo, crianza y valores son temas importantes de qué hablar.
Su embarazo tiene que hacerse público a partir de los tres meses y cualquier malestar que presente debe ser informado para conocimiento general.
El sexo se mantiene en secreto. No tienen permitido hacer un baby shower. En el parto deben estar presentes alrededor de 20 expertos y, al momento de nacer, por obligación, la reina debe ser la primera en enterarse.
Los niños deben tener de tres a cuatro nombres y el día de salida del hospital debe quedar registrado en fotos.
Luego de la salida del hospital, se puede esperar varios días para dar a conocer, públicamente, el nombre de la criatura. En los últimos años, los miembros de la realeza lo han hecho a través de las redes sociales.
Conforme va pasando el tiempo, el niño debe ser bautizado. El agua para esta ceremonia sacramental es sacada, expresamente, del Río Jordán, según cuentan testimonios reales. Algunos niños tiene, cinco y hasta seis, padrinos y madrinas.
Es obligación, invertir en la educación de sus hijos, incluyendo los idiomas, de los que el niño o niña debe manejar varios.
En cuanto a la forma de vestir de las madres, está prohibido utilizar escotes. Sin embargo, deben utilizar cuellos altos y abrigos conservadores, debido al crecimiento del busto durante el embarazo y posterior al parto. De igual forma, deben utilizar zapatos cerrados, sin importar la existencia de alguna inflamación debido a los líquidos. Esta regla de zapatos se opone a la norma del día de salida del hospital en calzado formal y tacones.