Casa Salomé 104 está por convertirse en el nuevo lugar de moda de la Ciudad Colonial. Es una propiedad que irradia esa vibra y esa energía de lo que significa vivir en el casco histórico de Santo Domingo, en la ciudad Primada de América, donde nace la historia del Nuevo Mundo. La visitamos para descubrir, de la mano de su propietario, Rodolfo Madera, el encanto que emana de ella, con su techo alto, sus columnas alargadas, quasi victorianas, su extenso patio, y ese feeling vintage-chic que se siente cuando te desplazas por cada una de sus habitaciones.
Salomé 104 es el sueño materializado de su propietario, quien nos confiesa que siempre había querido adquirir una casa colonial en su amada República Dominicana. Oriundo de la Ciudad Corazón, Rodolfo ha vivido y construido una carrera en la arquitectura y el diseño de interiores en España, a donde migró hace poco más de una década para continuar su preparación profesional como arquitecto. Allí fundó su agencia, Let ‘s Drunch, en la que ha trabajado en la creación de eventos y experiencias que le han llevado a recorrer el mundo, desde Barcelona, organizando eventos a través de ella. Fueron estas experiencias las que trazaron su trayectoria de regreso a su tierra durante la última edición del RD Design Week.
Así nació el proyecto de Salomé 104 que, como su idea original, inicia como un punto de convergencia de personas de alrededor del mundo, ambientado con buena música y rodeados de arte, pero que, también, se transforma en un espacio destinado a la celebración de eventos sociales y empresariales alejados de la estética convencional del mundo corporativo. Así lo cuenta Rodolfo: “Siempre son experiencias en espacios únicos. En España, en Italia, en Estados Unidos y aquí en República Dominicana, son locaciones seleccionadas porque tienen algún valor histórico, de diseño o algún storytelling interesante, donde luego podemos montar un evento”.
La casa, ubicada en la Calle Salomé Ureña 104, está destinada a albergar esas experiencias verdaderamente únicas y memorables. Es ese punto de encuentro donde se puede experimentar el arte en sus diversas variantes; desde la arquitectura de inicios del siglo XX, hasta el interiorismo que mezcla una estética de antaño con un toque de modernidad; desde sus piezas de arte hecha en Francia, España y República Dominicana, hasta su mobiliario de producción artesanal que combinan ese arte característico del trabajo de manos dominicanas con un ingenio de proyección internacional.
Con Salomé 104, Rodolfo espera redefinir y trascender lo convencional de los social gatherings en Santo Domingo. Es un canva en blanco que ofrece la oportunidad de vivir, a través de ella, la historia y el arte mientras que conecta a las personas con marcas, artistas y artesanos emergentes, mentes brillantes que crean piezas únicas, piezas que dan forma al espacio, un espacio que va cambiando y ajustándose a las necesidades de los eventos sociales que alberga dentro de él. “En cada evento va cambiando el layout. Tu ves la casa así ahora, pero cuando hay un evento, igual el mobiliario podría ir afuera. O sea, que siempre el espacio está transformándose dependiendo de la necesidad que haya para la actividad que se esté haciendo”.
¡Y sí que lo va logrando! A poco más de un año de haberse embarcado en esta aventura, y pese a que vive saltando entre continentes, Rodolfo ha dado forma a lo que promete convertirse en el punto de encuentro de los principales eventos sociales de la ciudad. Porque en Salomé 104, si no te cautiva la historia que cuentan sus paredes y su fachada, te atrapa su arte y lo mágico de su interiorismo, que prometen crear una atmósfera amena para cualquier experiencia social alejada de lo convencional. ¡Nos vemos por allá!
