Para esta edición especial de madres, conversamos no solo con una talentosa estilista de moda y diseñadora de interiores; también una madre dedicada que ha sabido combinar sus pasiones y habilidades para crear un entorno hermoso y acogedor para su familia: Isabela Egan Reid. Nacida en República Dominicana y formada en Milán, Isabela ha forjado una carrera única y exitosa en el mundo del diseño, influenciada en gran medida por su madre, Patricia Reid.
Isabela estudió Fashion Styling en la prestigiosa ciudad de Milán. Sin embargo, al regresar a República Dominicana hace 12 años, descubrió que el concepto de contratar un estilista de moda no era tan común en el país.
Este desafío inicial la llevó a unirse a su madre en el negocio del diseño de interiores, donde encontró un nuevo canal para expresar su creatividad.
Juntas, abrieron Casa Palma, una tienda dedicada a artículos para el hogar. Con el tiempo, transformaron el negocio en Casa Palma Garden, un salón de eventos que ha mantenido su éxito hasta hoy. Isabela atribuye su aprendizaje y desarrollo en el diseño de interiores a un proceso autodidacta y a la inestimable ayuda de su madre.
La llegada de Matteo, el hijo de Isabela, fue un momento crucial que trajo consigo una nueva faceta en su vida: la maternidad.
La creación de la habitación de Matteo fue un proyecto especial para Isabela, lleno de amor y atención al detalle. Al enterarse del sexo de su bebé, Isabela comenzó a comprar muebles y decoraciones, buscando un estilo que fuera adecuado para ambos sexos. Optó por colores neutros y pasteles, combinando un tono azul pastel con un papel tapiz del mismo color y liebres blancas, creando un espacio sereno y adaptable.
Entre los elementos favoritos de Isabela en la habitación de Matteo se encuentran un set de seis cuadros pintados por su madre y una alcancía de conejo azul, un regalo especial de su hermana que le recuerda su propia infancia.
Isabela describe su experiencia como madre con asombro y gratitud. “Al dar a luz, estaba asombrada y al mismo tiempo no podía creer que mi bebé ya estaba en mis brazos”, recuerda. Aunque el parto fue largo y agotador, considera tener a Matteo en sus brazos como uno de los momentos más satisfactorios de su vida.
Para Isabela, lo mejor de ser madre es la profunda conexión emocional con Matteo. Aunque adaptarse a las nuevas rutinas, como despertarse en la madrugada, ha sido un desafío, ella encuentra alegría en los momentos tranquilos y en la conexión que comparten. “Siento que mi bebé es bien portado; la mayor parte del tiempo está tranquilo, y es en esos momentos cuando aprovecho para hacer esa conexión madre e hijo que tanto me encanta y que ellos tanto necesitan”.