l Para Sibaritas.
Hace siete años se inició un sueño que se convertiría en un referente de buen comer, y excelente servicio en el país. Me refiero a la Trattoria Angiolino de nuestro inolvidable David Pezzotti.
Este lugar es un rincón mágico, donde se pude disfrutar de un recorrido para paladares exigentes por las más variadas regiones de Italia, como pasta hecha en casa, hierbas y aromas e ingredientes de primera calidad, selección de excelentes vinos, horno de leña y una lealtad a toda prueba de un público que sabe y valora lo que es el buen comer al más alto nivel.
El ingrediente principal es el amor y la atención personalizada a cada persona que pisa este pedacito de Italia donde David Pezzotti hizo de una ilusión y su gran pasión una forma de vida y le bautizó como Trattoria Angiolino en honor a uno de sus ancestros que vino de Santa Domenica de Talao, Cosenza, Italia, a inicio del siglo pasado.
El secreto de su cocina, solía decir David, era utilizar los mismos ingredientes que usaba cuando cocinaba en su hogar y esto ha marcado una gran diferencia en sabores y texturas, siendo su cocina motivo de elogios constantes entre clientes y amigos.
Hoy su esposa Patricia Harper de Pezzotti, quien siempre estuvo como parte financiera, y su hija María Alexandra Pezzotti, quien es la manager, continúan ese legado de amistad y de amor que inició hace casi una década David y donde los más bellos testimonios de agradecimiento hacia el fundador de este lugar, de parte de clientes y empleados, son el pan nuestro de cada día.
La cocina de la Trattoria Angiolino es innovadora y atrevida; el buque insignia de la casa es el ossobuco con pasta aglio e oleo, plato favorito de David.