Hace solo unos días, Sofie Louise Johannson era una joven sueca de 33 años, desconocida. Pero desde hace unos días, su nombre ha aparecido en innumerables diarios, ya que pronto se convertirá en princesa. El gobierno de Kelantan, uno de los estados que componen Malasia, anunció hace poco el próximo enlace del príncipe heredero, Muhammad Faiz con Sofie, una ‘mujer de negocios’, como ya la han descrito en algunas páginas webs que se han apresurado a publicar una escueta biografía sobre ella.
Hasta el momento han trascendido muy pocos detalles de su vida. Se sabe que es de Linköping, una ciudad situada en el sur de Suecia, y que al terminar el bachillerato se marchó a Londres para trabajar y estudiar. Allí conoció al príncipe, que también estudió Historia en la capital británica. Al parecer lo de contraer matrimonio con personas que no tengan sangre real no es algo exclusivo de las monarquías europeas, ya que el próximo 19 de abril, la pareja se dará el ‘sí, quiero’ en Khota Baru, la capital del estado, tal y como anuncia el comunicado oficial.
La ceremonia se llevará a cabo en uno de los palacios reales y a puerta cerrada, se espera que a la boda asistan unos 300 invitados, entre familiares y amigos de los novios, estos han pedido como regalo donaciones a organismos de bienestar social en Kelantan, orfanatos, casas de ancianos o la Sociedad de la Media Luna Roja de Malasia.
Sofie tendrá que convertirse al Islam, religión oficial del país. Una concesión que ya tuvieron que hacer los nuevos miembros de la familia, Oksana Vuevodina, Miss Moscú 2015, casada con el hermano mayor del príncipe Muhammad Faiz, o el modelo holandés Dennis Verbaas, que se casó con la princesa Tunku Tun Aminah de Johor -otro de los estados malayos-.
