Sarah Burton es la mujer en la que Kate Middleton confió uno de los días más importantes de su vida: su boda con el príncipe Guillermo. Y anoche, la británica fue ganadora de un CFDA, los premios más importantes de la moda, el mismo día en que la duquesa de Cambridge volvía a llevar uno de sus diseños para asistir a la cena de gala en honor del presidente Donald Trump y su mujer.
Burton se matriculó y formó en diseño de moda en la prestigiosa escuela Central Saint Martin’s de Londres en 1993. Tres años después, conoció al diseñador Lee Alexander McQueen y comenzó a trabajar con él como becaria hasta el año 2000, cuando fue nombrada jefa de las colecciones de mujer y se convirtió en la mano derecha del creador.
Aunque muchos conocen el diseño que Burton realizó para el vestido de novia de Kate Middleton, años antes ya había trabajado para la realeza al diseñar el vestido de novia de Sara Buys, entonces prometida de Tom Parker Bowlesy nuera de Camilla de Cornualles.
Cuando Alexander McQueen se suicida en el año 2010, ella es quien finaliza la última colección que creó su maestro y posteriormente es nombrada directora creativa de la firma.
Un año después de comenzar en el cargo (2011), Burton fue la encargada de diseñar el vestido de novia de Kate Middleton y el de su hermana Pippa en el más absoluto secreto; no quiso contárselo ni a su propio equipo ni a la directora de Vogue USA Anna Wintour… ni siquiera a su propia madre. Ese mismo año recibió el premio a diseñadora del año en los British Fashion Awards.
La reina Isabel II, la nombró miembro oficial de la Orden del Imperio Británico. Sarah Burton ha conseguido cuadruplicar el valor de la compañía, que se ha convertido en una versión más ligera, femenina y romántica bajo su visión.