Ubicado en Mallorca, es uno de los destinos gastronómicos preferido por el Rey Felipe de España, debido a su oferta culinaria tradicional que define la comida nativa isleña.
Es conocido que, Mallorca posee una amplia variedad de ofertas gastronómicas, pero así como el Rey Felipe, la familia real de España siempre que pueden, hacen un hueco en su apretada agenda real y realizan una escapada a la isla para el disfrute de sus paladares.
Este restaurante situado en el tranquilo y elegante corazón de Mallorca, a parte de ofrecer un afrodisiaco menú, también hace que sus comensales puedan sentirse agradables en un ambiente acogedor en el que Sandro y su equipo han diseñado y puesto en marcha para que quien los visite se sienta en casa pero a un nivel más cómodo y elevado.
El concepto culinario de este templo ofrece un menú a la carta de platillos tradicionales de Italia, incorporados con la cocina mediterránea y estilos que cada chef aporta a sus preparaciones. Este icónico restaurante vela porque sus productos sean frescos y de la mejor calidad, para de este modo ofrecer la mejor de las experiencias gastronómicas a sus comensales.
Según ha explicado el propietario del establecimiento, Sandro Putignano, el Rey comió con otras cuatro personas en una mesa reservada desde hacía un mes, pero el restaurante no sabía que era el monarca quien iba a acudir.
La velada se desarrolló de forma discreta, aunque algunos comensales le reconocieron, todo fluyó sin interrupciones. El menú presentado consistió en varias entradas: “Carpaccio” de gambas con pico de gallo y aguacate, “vitello tonnato” y “focaccia” de romero. Como plato fuerte la conocida pasta Italiana “Cacio e pepe” y un sorbete de limón batido a mano, además de compartir tiramisú y “panna cota” con el resto de comensales.
