Un recorrido que no solo es una experiencia para los sentidos, sino también una oportunidad para apreciar la meticulosa labor de conservación y el amor por el vino que se refleja en cada rincón de este espacio.
Ubicada en el corazón de Santo Domingo, existe una bodega privada que alberga un verdadero tesoro vinícola. Esta impresionante colección cuenta con más de 2,000 botellas de vinos provenientes de prestigiosos viñedos de España, Italia, Francia y América. Los propietarios han curado cuidadosamente esta selección, que abarca desde vinos de cosechas históricas hasta las añejadas más recientes y reconocidas.
La bodega se mantiene en condiciones óptimas gracias a una constante climatización que preserva una temperatura promedio entre 12 y 14 grados centígrados. Este control riguroso asegura la conservación ideal de cada botella, permitiendo que los vinos envejezcan de manera perfecta, manteniendo su calidad y sabor intactos.
Una característica distintiva de esta bodega es el almacenamiento de los vinos en sus cajas originales. Esta práctica, además de ahorrar espacio, garantiza que las botellas se mantengan en una posición favorable y seguras, protegiendo el vino del contacto excesivo con el corcho y de la luz. Este método de almacenamiento es esencial para conservar las propiedades organolépticas del vino y prolongar su vida útil.
Entre las joyas de esta colección, se encuentran botellas cuyas cosechas datan de la década de 1970. Estos vinos antiguos son un verdadero atractivo para los conocedores y amantes del vino, quienes valoran la historia y el carácter que solo el tiempo puede aportar a una botella bien conservada. Las grandes cosechas representadas en esta bodega son testimonio de la dedicación y pasión por el vino de sus propietarios.
