Cuentas fuera del país, y pertenecen a un monarca nueva vez, pero no hablamos de rey Juan Carlos, sino del hijo mayor de quien fuera su amigo. Y es que el actual rey jordano ha visto su nombre en el diario ‘The Guardian’ como parte de una filtración de datos del banco Credit Suisse.
El famoso diario, apunta a la pareja real como beneficiarios de siete cuentas en esta entidad, una de ellas con un saldo de más de 180 millones de libras. Y como era de esperar, las explicaciones de Rania y Abdalá sobre su riqueza no se han hecho de esperar.
Es posible que la decisión de dar la cara, se deba a lo delicado de la situación, y a que Credit Suisse, afirme que de las siete cuentas en esa entienda, seis pertenezcan al rey Abdalá y una de ellas a nombre de su esposa.
No olvidemos que estos datos se unen a los que fueron publicados hace unos meses por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que afirmaban que el rey era propietario de 14 viviendas de lujo, ubicadas tanto en Estados Unidos como Reino Unido.
Aunque en Jordania no es ilegal que el rey posea una cuenta en el extranjero, en la actualidad, la situación del país no es la mejor. Esta es la razón principal por la que el monarca no ha tardado en emitir un comunicado, desmintiendo algunos de los datos publicados en The Guardian.
Lo primero que ha aclarado es la cifra de una de sus cuentas, de más de 180 millones de libras, la cual califica de inexacta. Además ha explicado que el origen del dinero se encuentra relacionado directamente con su padre, el rey Hussein.
Abdalá, explica que la mayoría de las sumas de esas cuentas proceden de la venta de un avión Airbus 340, que fue sustituido por uno más pequeño y menos costoso. A su vez, ese Airbus que se vendió fue comprado gracias a la venta de dos aviones que el rey Hussein le habría dejado como herencia. La suma restante se utiliza, según reza el comunicado, «con los activos privados y la riqueza personal de Su Majestad para cubrir los gastos privados de la familia Hachemita y financiar varias iniciativas reales en los últimos años».
Además en el comunicado se refiere a un fondo fiduciario para sus cuatros hijos, y que se encuentra abierto bajo el nombre de la reina, porque sus hijos son menores de edad.
El comunicado termina con unas palabras más que contundentes. No solo aseguran que las finanzas internacionales están sujetas a auditorías profesionales y «de conformidad con acuerdos de cooperación sujetos a los más altos estándares de gobernanza y supervisión», sino que manda una especie de aviso futuro: «Cualquier acusación que vincule los fondos de estas cuentas con fondos públicos o asistencia extranjera son intentos difamatorios, infundados y deliberados de distorsionar los hechos y apuntar sistemáticamente a la reputación de Jordania, así como a la credibilidad de Su Majestad, especialmente después de informes similares publicados el año pasado que se basaron en fugas de años anteriores».
