Una forma revolucionaria de la medicina reproductiva que ha dado a la mujer el poder de decidir cuándo y cómo convertirse en madre.
Con los años, la vida cambia, las costumbres evolucionan y son cada vez más las mujeres que persiguen una vida profesional que deja de lado aquellos roles que les asignaba la sociedad en décadas anteriores. Y, pese a que seguimos viviendo en un mundo donde el convertirse en madre y esposa continúa siendo visto como el norte, el objetivo final de la vida de la mujer, son cada vez más las féminas que optan por tomar otro camino y construir una vida donde el centro sean ellas mismas.
Pero, a medida que pasan los años y se retrasa la edad de la maternidad, las probabilidades de un embarazo y de, finalmente, convertirse en madres, se tornan en todo un desafío. Es por esto que se han venido popularizando los métodos de fertilidad asistida, que brindan a las mujeres la posibilidad de preservar su material genético para que, en el futuro y en las condiciones idóneas para cada caso, puedan experimentar la maternidad.
La criopreservación de ovocitos o, como se le conoce popularmente, óvulos congelados, es una de las más populares. Este método provee a las mujeres la tranquilidad de construir el presente y planificar un futuro familiar para cuando llegue el momento ideal.
De acuerdo con los expertos, y según una investigación publicada por la cadena británica BBC, la edad ideal para someterse a este proceso es antes de los 35 años de edad. Esto, debido a que al alcanzar este rango de edad, la probabilidad de concebir para las mujeres comienza a caer en picada, una tendencia que se agudiza en la medida en que avanza el tiempo, especialmente entre los 38 y los 40 años.
Se trata de uno de los más novedosos métodos de reproducción asistida desde que se introdujo la Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI por sus siglas en inglés). Sin embargo, el éxito de este procedimiento dependerá de la calidad y cantidad de los óvulos obtenidos de la paciente, mismos que serán de nidos dependiendo de la edad en que la mujer decida congelar su material genético.
Es también una práctica común entre las celebridades. Algunas de las figuras de mayor notoriedad que han acudido a este método para planificar la maternidad incluye a la actriz de origen mexicano Eva Longoria, la colombiana Sofía Vergara, la cantante británica Rita Ora, quien lo hizo con tan solo 27 años de edad, la norteamericana Jennifer Aniston, y la cantante canadiense Celine Dion, quien se embarazó a los 41 años tras haber preservado sus óvulos con este método.
Encontrar información es fácil; pero, si bien esta práctica, que se ha hecho popular en países europeos y algunas naciones del continente americano, ha dado el poder a muchas mujeres de tomar las riendas de la maternidad decidiendo el momento en que quieren convertirse en madres, lo cierto es que este tipo de procedimiento podría venir acompañado de limitaciones y regulaciones legales. Y, mientras que en algunos países de la región existe una ambigüedad legal en torno al tema, otros países pueden llegar a incluir legislaciones que, una vez preservados, priva a las futuras madres del poder de decidir sobre el destino de sus propios óvulos.
