“De los escenarios operísticos es posible que tenga que retirarme en algún momento, pero jamás me retiraré de la música. Seguiré cantando conciertos, tengo proyectos discográficos y quiero, sobre todo, dirigir”.
fotos: Picture Alliance, Clasos, Selin Alemdar, Europa Press Entertainment y Jack Vartogian
ESTRELLA.
Su portentosa e idílica voz brilla como una luz fulgurante, siendo capaz de endiosar a quienes tienen el privilegio de escuchar las melodías que emanan de sus adentros, esas que lo han colocado en la cúspide de la escena operística mundial. Como prueba de ello, el tenor más afamado de todos los tiempos recibió, en Salzburgo, el Premio Austríaco del Teatro Musical 2020, por su exitosa carrera musical, que integra más de 150 papeles de ópera, en los que ha plasmado un realismo dramático sin igual, además de sus innumerables hazañas como director de orquesta, compositor y productor. ¡Una leyenda viva de la música!
A sus 79 años, continúa deleitando con esmero a los amantes de la música clásica, a pesar del contexto histórico-social que se vive. “Estamos viviendo un momento trágico para nuestro arte. Hemos visto con tristeza cómo todos los teatros del mundo se han silenciado, tras la pandemia”, asevera el artista español, después de haber superado el coronavirus.
En cada escenario en el que se presenta es recibido con una gran ovación por parte del público, quienes le externan su cariño y gran admiración por ser un genio musical. Plácido Domingo, en los conciertos que realiza, deja impregnada la sensibilidad de su alma en sus fanáticos que lo aclaman en unísono. “Al público le pienso dar todo, entregarme entero como lo he hecho siempre, y como lo merece y espera”, manifiesta.
Ha cautivado con su excelso talento a los melómanos, por más de medio siglo de trayectoria musical.
Transportándonos a sus inicios, este barítono madrileño, sin imaginárselo, fue dando los pasos precisos para descollarse en la ópera y convertirse en una estrella de este arte. Era de esperarse, ya que nació en el seno de una familia de artistas, conducido por sus padres, quienes cantaban y veían en él un gran potencial. Pero, según sus memorias, no se concebía como un buen cantante, ya que consideraba no tener los dotes necesarios, por lo que, desde niño, se formó en la música y comenzó a cantar zarzuelas como barítono.
Al emigrar a México junto a sus progenitores, prosiguió su formación en el Conservatorio de la capital azteca, en 1961, año en el que empezaría su debut como protagonista, en Monterrey, en la interpretación de Alfredo en ‘La Traviata’, de Verdi. Desde ahí, su despunte como uno de los embajadores de la ópera más prominentes que ha recorrido, con su talento, los principales escenarios del mundo. Incluso, formó parte del trío ‘Los Tres Tenores’, junto al también español José Carreras y el italiano Luciano Pavarotti.
En ese sentido, ha ostentado los cargos de director general de la Ópera Nacional de Washington y la Ópera de Los Ángeles, siendo miembro también de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Entre las distinciones que ha recibido se destacan: Caballero-Comendador Honorario de la Excelentísima Orden del Imperio Británico de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Comendador de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia (2002), Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid (2006), Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda de Chile (2010), Gran-Cruz de la Orden de la Instrucción Pública de Portugal (31 de agosto de 2018), y otros.
