Fotos: Fuente externa
España es uno de los destinos predilectos para realizar turismo por sus imponentes atractivos que encantan a quienes lo visitan en cualquier temporada del año. Su historia, cultura, arte, gastronomía, entre otros atributos que los distinguen de los demás hacen que este país europeo no pierda su magia aunque pase el tiempo.
Entre sus icónicas proezas arquitectónicas se encuentra el famoso Palacio del Infante Don Luis, que es una de las obras más representativas del neoclasicismo madrileño, por lo que radica en ser uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega. La edificación está situada en el casco urbano del municipio de Boadilla del Monte y fue construida en 1765 por Ventura Rodríguez, uno de los arquitectos de más trayectoria y, por ende, destacados del siglo XVIII. La magnificencia del palacete está acompañada de una extensa área de jardinería.
El nombre del palacete se debe a su propietario el Infante Don Luis, quien falleció en la capital madrileña en 1785 a los 58 años, era hijo de Felipe V, el primer rey de la dinastía Borbón de esa nación, y hermano de tres reyes, Luis I, fallecido prematuramente, Felipe VI, quien murió sin descendencia y Carlos III. Este enclave patrimonial, desde 1998, es propiedad del Ayuntamiento de Boadilla del Monte, que se encarga de su recuperación.
Detalles arquitectónicos
Este castillo está integrado por un edificio de cuatro alturas, con un cuerpo central de forma rectangular, cuyos lados más pequeños ostentan dos crujías simétricas y abovedadas en su interior. Sobre la cubierta plana se localizan dos terrazas a las que se ingresa desde los salones de sus adentros.
Los elementos que se utilizaron en su construcción fueron el ladrillo rojo y la piedra, con cubiertas hechas en teja árabe. La parte forntal está enmarcada con columnas toscanas y sobre ella se alzan un balcón con columnas jónicas, un frontón semicircular y, arriba de éste, una lápida conmemorativa.
Espacios
Diversos salones y espacios del Palacio del Infante Don Luis están disponibles para la puesta en escena de de exposiciones, eventos, celebraciones, rodajes cinematográficos, etc. Pero para realizar estas actividades hay que contar con la autorización del Ayuntamiento de Boadilla del Monte y el pago de las tasas estipuladas.
Sus habitaciones engloba la historia y festividades que rodean a este tesoro que ha servido como un maravilloso escenario para el rodaje de series y películas, en una hermosa decoración natural. Debido a que fue el taller de pintura del pintor más famoso de España, Milos Forman, quien enmarcó su película Los Fantasmas de Goya.
La Casa de Aves que se le llama popularmente como Gallinero, forma parte de este emblema. El curioso edificio es reflejo de las inquietudes de la nobleza europea por atesorar e impulsar el conocimiento en todas sus facetas con especial incidencia en el ámbito de la naturaleza, todo ello como fórmula de fastuosidad. La colección de aves del Infante era la parte más notoria del pequeño zoológico que llegó a crear.
Jardines
Los jardines se le atribuyen a Ventura Rodríguez. Según los registros, su construcción data de 1762, pero no fue hasta 1776 cuando fue culminado por Manuel Álvarez, quien finalizó la Fuente de las Conchas, que había dejado sin concluir Felipe de Castro.
La serie ajardinada es de trazado regular integrada en tres terrazas, debido al desnivel del suelo, a las que se accede por medio de escalinatas. A ellas se les anexa una huerta y un parque agreste que prolongan la zona de jardinería formando la arquitectura palaciega con la rural.
