Fotos: Fuente externa
El Palacio Barolo en términos arquitectónicos resulta ser una edificación que sobrepasa los lineamientos de la arquitectura tradicional, al conjugar distintos estilos que enaltecen cada espacio que lo integra luciendo una estética ecléctica y atemporal, considerándose como uno de los palacetes más emblemáticos del continente americano.
Su naturaleza se caracteriza por lo enigmático que encierra la Ciudad de Buenos Aires, Argentina donde se encuentra enclavado esta proeza, justamente en la Avenida de Mayo 1370, en el barrio de Monserrat.
La manera en la que se podría describir es inclasificable, ya que sus rasgos se han cuestionado por sus orígenes, aunque se le atribuye su creación a la Divina Comedia de Dante Alighieri, una obra en forma de poema que relata el viaje de Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado por el poeta romano Virgilio.
Por su majestuosidad fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997. Su famoso faro estuvo remodelación para la participación de este edificio en la celebración del bicentenario argentino. Al día de hoy es un inmueble que consta de oficinas que pueden visitarse con paseos guiados. Las vistas panorámicas desde los balcones y desde la cúpula son impresionantes.
Su diseño arquitectónico
El arquitecto a cargo de la construcción fue el italiano Mario Palanti, quien lo edificó para el empresario textil Luigi Barolo entre 1919 y 1923. Desde su apertura, se le consideró el rascacielos más alto de América Latina hasta 1935, cuando fue superado por el Kavanagh. Para aquel entonces, fue el primer edificio de hormigón armado de casi 100 metros de altura.
Este ostenta elementos que hacen referencia a diversas corrientes, como la neogótica, neoclásica, neobarroca, neorromántica, art noveau y art déco. Además, en su cúpula hay atributos de la arquitectura hindú que se inspira en el templo Rajarani Bhubaneshvar, que busca comunicar el amor tántrico entre Dante y Beatriche.
Igualmente, muestra un diseño arquitectónico inigualable porque se caracteriza por una variada gama de la tradición europea combinada con modernas técnicas constructivas y rasgos de carácter rioplatense.
La Divina Comedia, su musa
Se ha establecido que Palanti al igual que Barolo eran admiradores de la obra de Dante Alighieri, y que por ello, este emblema está lleno de simbologías que hacen alusión a la Divina Comedia. Uno de los datos más preponderantes es que la estructura oficial del palacio está segmentada en tres partes, que representan el infierno, el purgatorio y el cielo.
También, se asevera que los 100 metros de altura de la edificación corresponden al número de cantos que tiene la obra, y que el número de pisos (22) se refiere a la cantidad de estrofas, entre muchos otros números. No obstante, esta teoría no ha sido comprobada del todo por la falta de documentos que la avalen.
Edificación gemela
En Montevideo, capital de Uruguay se encuentra asentada la edificación gemela del Palacio Barolo y es el Palacio Salvo, que también fue erigido por Palanti e inaugurado en 1928. En la página web del edificio explican que a nivel regional el establecimiento de estos dos palacios sirvió para mistificar «la civilización rioplatense en su apogeo».