A pesar de las tensiones surgidas entre los ‘royals’ y Harry y Meghan, tras la entrevista con Oprah, en la que hablaron de lo abandonados que se sintieron en el seno de la monarquía, la llegada al mundo de una nueva Mountbatten-Windsor ha conseguido que todos se acerquen, almenos temporalmente para celebrar la noticia.
Otro miembro de la familia, quien siempre se ha mostrado al margen es Thomas Markle, el padre de la duquesa de Sussex, y quien aprovechó este momento para reaparecer en la palestra pública. La llegada al mundo de la pequeña Lilibet Diana ha servido para establecer nuevos lazos en la familia.
Markle, quien en su vida profesional fue director de iluminación, no ha hablado con su hija desde que se casó con el nieto de Isabel II en 2018, pero en esta ocasión ha dejado de lado su habitual actitud agresiva para tener un gesto agradable con su hija y su nieta.
En unas declaraciones a The Sun, expresó «Estoy muy contento de que mi hija y mi nueva nieta hayan tenido un parto exitoso. Les envío todo mi cariño y les deseo toda la suerte del mundo».
Parece que el padre de Meghan, ha «olvidado» la amenaza que realizó hace tan solo unos meses a su hija, asegurándole que seguiría concediendo exclusivas a la prensa británica hasta que accediera a ponerse en contacto con él.