Un espacio que se destaca por su atención al detalle y la armonía en cada elemento del diseño.
Reconocido por su innovación, creatividad arquitectónica y por manejar el patrimonio local de Guadalajara, México, el restaurante Octo ganó el Prix Versailles 2022 otorgado por la UNESCO a edificios reconocidos por su originalidad. El restaurante, ubicado en una casona de los años 60, recibió el “Premio especial en exterior” del galardón.
La Unesco otorga este premio desde 2015 en las categorías de Aeropuertos, Campus, Estaciones de Pasajeros y Deportes, Tiendas y Almacenes, Centros Comerciales, Hoteles y Restaurantes.
La arquitectura de Octo Restaurante, dedicado a la comida de mar, es distinta a otros de su especialidad y se caracteriza por un concepto ecléctico que privilegia las texturas y materiales hechos por manos mexicanas, explicó a EFE el dueño del establecimiento, Luis Hernández, quien ideó el proyecto inaugurado en noviembre de 2021.
Un total de 250 mil ladrillos conforman esta composición de flores para dar “una idea de lo orgánico”, esto por la falta de un jardín en el proyecto original. El edificio conserva la fachada original, mientras que en el interior se agregaron elementos para crear un espacio amplio y moderno, pero con un toque de nostalgia y elegancia.
La remodelación del edificio tardó un año por el reto de hacer piezas específicamente con las medidas y concepto del lugar, reveló a EFE el arquitecto Fernando Hernández. «Cada pieza debe estar perfectamente en sinergia con el todo, la silla con la ventana del privado, con el cesto, todo está acomodado para que no puedas decir que esta pieza no pertenece a este lugar, este espacio fue creado para que hubiera una armonía perfecta», detalló Hernández.
Ningún elemento de Octo ha sido puesto al azar. Incluso las mesas de madera son hexagonales y los mosaicos del piso con incrustaciones en latón evocan el avance, de sur a norte, de las manecillas del reloj hacia las ocho, “que representa el infinito, el tiempo en movimiento, así encuentras un montón de detalles que te cuentan una historia”, agrega su dueño.
Cada pieza apunta a los cuatro símbolos cardinales y rememora el movimiento del reloj y el paso del tiempo,un símbolo que replican las mesas y las barras de coctelería del lugar hechas con granito.