Una casa espectacular con una arquitectura original de los años 50 es justamente lo que enamoró a Chris Coleman y Ángel Sánchez para adquirirla y convertirla en un lugar hacia donde escaparse los fines de semana, su idea principal.
Este paraíso cuenta con una mezcla decorativa de detalles ecléticos con algunos muebles vintage, los cuales han sido coleccionados durante veinte años, armonizados con nuevas piezas contemporáneas. La residencia tiene una luz natural, además de un follaje frondoso y verde que jugó a tono con los interiores. La pareja de esposos se enfocó en la simplicidad del mobiliario, creando una atmósfera de sencillez y una vida sin preocupaciones. Así, nació una morada de mediados del siglo escondida en una aldea tropical, rodeada de plantaciones maduras con un hermoso salón al aire libre y terraza-comedor.
Utilizaron una paleta de colores con varios tonos verdes en sus paredes y algunos muebles, irradiando un ambiente de naturaleza. También, colocaron varios objetos amarillos, los cuales le confieren un toque moderno y sofisticado. Esta vivienda cuenta con detalles de diseño inteligente, como las elegantes puertas italianas sin marco con iluminación de diseñador, tocadores en madera, sala de estar con un comedor abierto en el que se exhiben obras de arte coleccionadas. Todo esto crea una vibra de América Latina que abunda en los espacios que irradian calidez y carácter. Una aldea tropical fuera de la carretera principal en el Delray. “Esto es como vivimos en nuestra pequeña jungla privada”, añadió Sánchez.
Estos complementos hacen un refugio ideal para descansar, inspirarse y trabajar. Un lugar lleno de naturaleza que crea un ambiente tanto relajado como estimulante. Una casa que recuerda el pasado y se adapta al presente, con un estilo sofisticado, elegante y moderno de entorno acogedor. Sánchez y Coleman han conseguido que el interior haga un equilibrio con el exuberante jardín que se cuela por los grandes ventanales, rodeando toda la casa.
