REALEZA
Tras tres días de celebraciones, el nuevo rey de Tailandia asumió oficialmente el cargo que lo consagra como el nuevo monarca, Rama X, tras la muerte de su padre en 2016. Entre tradiciones arcaicas, lujos y ceremoniales interminables, el polémico rey juró gobernar con justicia en favor de su pueblo. Uno de los ritos que más ha llamado la atención, fue el recibimiento de las aguas de diferentes acuíferos de todo el país, líquido que fue bendecido en varios templos milenarios.
La corona que portaba el nuevo rey, pesa más de 15 libras, forrada en oro y cubierta de diamantes. La dinastía Chakri, a la que pertenece, lleva varios siglos en el trono. Su padre, Bhumibol Adulyadej, era casi venerado en estas tierras, amor y lealtad que no ha podido endosar en su vástago debido a los excesos y conductas impropias del nuevo rey. Se dice que tiene tatuajes y que realmente no vive en este país, sino más bien, en una lujosa mansión en Alemania, por mencionar algunos detalles.
Esto no ha sido óbice para que se lleve a cabo esta entronización que, según algunos, ha costado unos 30 millones de euros. La publicación Business Insider designó a Rama X como el monarca más rico del mundo.
Todo el país siguió de cerca las distintas ceremonias; la televisión local no tenía otra programación. Las calles están repletas de vallas anunciando al nuevo rey, las banderas, tanto del país, como de la casa real, ondean por doquier y muchos negocios públicos y privados han hecho una especie de altar con fotografías del monarca, como una forma de honrar y aprobar su coronación.
Long life to the King!