Foto: Cortesía de la entrevistada y Jhon Mac Farlane
Ser madre no viene con un manual de instrucciones, es un rol que se construye día a día. Sin embargo, en la cotidianidad es posible encontrar fuentes en internet y testimonios que nos encaminen en el proceso de la crianza. Nuestra protagonista, Nicole Rizik, es una joven madre, abogada y creadora de “mamipulpord”, un emprendimiento en el que comparte su experiencia materna y aprendizajes. “La maternidad, para mí, es el mayor acto de amor y trascendencia. Con ella nace la responsabilidad de guiar a seres –que no son tuyos, sino del mundo– por el camino de su felicidad individual”, de esta manera define Rizik esta hermosa etapa de la mujer.

Ella es un testimonio fehaciente de que las mejores ideas son las que emergen en los momentos difíciles. Se convirtió en madre a los 24 años, un rol que en ese momento se veía ejerciendo mucho más adelante. Narra que bombardeada de información sobre la que nunca había siquiera intentado profundizar y en su búsqueda de referencias con las que pudiese identificarse, encontró muy pocas en las redes en el 2016. Y es a partir de esa realidad que le surgió la idea de crear contenido orientando a las madres y compartir su proceso en redes sociales.

“Mamipulpo nace de mi necesidad de comunicar y transmitir lo que estaba viviendo. Cuando llegué a la maternidad, ninguna de mis amigas estaban en esa etapa aún, sentía que con pocas podía hablar de temas que, por más que quisieran, no entenderían. Entonces, me vi tan rebosante de emociones y experiencias, que se me ocurrió compartirlas con el objetivo de buscar una comunidad realmente interesada en esta etapa de la vida. Luego, me fui dando cuenta que muchas más estaban como yo, ansiosas de información, y que con mis vivencias podía ayudarles y orientarles sobre las decisiones que yo tomaba dentro de la maternidad”, expresa al recordar ese memorable momento.
Sobre la genialidad del nombre, afirma que al convertirte en mamá es como si te nacieran tentáculos: aprendes a manejar muchas cosas al mismo tiempo y a atender cada área de tu vida de manera concomitante. Al referirse a los retos de las madres en la actualidad, desde su vivencia en la crianza de Javier Nicolás y Milo, expresa que la sobreinformación y la exposición digital complican algunas cosas, porque estas sacan de la zona de confort a los padres, pero al final cree que el reto sigue siendo, y también lo tuvieron nuestros padres: “criar personas felices, libres y seguras”. Y eso es tarea de valientes, puntualiza.

Partiendo de lo aprendido durante sus siete años de maternidad, aconseja:
• Para ser una madre adecuada, debo conocerme, quererme y trabajarme.
• Nuestros hijos no son nuestros, no nos pertenecen, estamos aquí para apoyarles y guiarles en su trayecto, no en el que nosotros queremos (o idealizamos) para ellos.
• Que cada día hay borrón y cuenta nueva, cada día es una nueva oportunidad para ser la mejor mamá posible.
• Que hacemos lo que podemos con lo que tenemos, pero nunca debemos dejar de buscar herramientas para ser mejores.
• Que cada minuto con tu hijo es un instante irrepetible: suelta el celular, escucha sus palabras, cuestiónalo, juega, interésate por su vida… nunca sabes cuándo ya no pueda o quiera acudir a ti.