«Los detalles no son los detalles. Los detalles son el diseño”, una frase de Charles Eames que describe a esta naciente diseñadora de interiores. Desde temprana edad, Daniella Betances Copello se interesó por el arte del diseño gracias a su abuela quien estudió artes plásticas y le inculcó su pasión por el mismo. “Desde muy pequeña, el diseño de interiores era algo que me llamaba la atención. Apreciaba mucho ver espacios trabajados con criterio, funcionalidad y armonía”.
Para llevar a cabo un diseño, Daniella sigue una serie de pasos que la conducen a crear espacios majestuosos. Dentro de este esquema, ella escucha las necesidades y deseos del cliente, y al entrar a un espacio, el mismo le habla de cómo proceder. Le van surgiendo ideas de cómo trabajarlo, idea los revestimientos que usaría en paredes y pisos y trabajos en los techos, etc. Usualmente hace bocetos de ideas y luego estos pasan a dibujos y planos formales. Asimismo, como la interiorista toma decisiones meticulosas al empezar, de igual forma, a la hora de posicionar productos, tiene una serie de elementos imprescindibles dentro de su estilo de diseño; objetos que aúnan tradición y modernidad, tanto en los detalles arquitectónicos como en los decorativos, sin olvidar los tonos y tendencias: son los diseños que caracterizan a Daniella. “Es imprescindible que mis diseños sean atemporales, tomando siempre en cuenta que vivimos en una isla, alimentando el deseo imperante de conectar nuestros interiores con el mundo natural, creando un interés visual y una sensación de que el espacio ha evolucionado con el tiempo. Es muy importante la distribución correcta del espacio, las formas, líneas, texturas, la iluminación y la paleta de colores, logrando poder conjugar todo dentro de un espacio, dándole vida y carácter a este”.
Esta emergente diseñadora cimentó los inicios de su trayecto junto al arquitecto dominicano Ramón Emilio Jiménez y estuvo involucrada en la mayoría de sus proyectos en la parte de supervisión, selección de revestimientos, cortinas y ambientación de los espacios. Daniella nos cuenta que Ramón Emilio y ella crecieron juntos como hermanos, pues sus madres son mejores amigas desde la infancia. De igual forma confesó que no pudo haber tenido una mejor escuela, se entienden muy bien y tienen una química en cuanto a complementarse en el trabajo. Al crecer juntos y rodearse de la misma pasión por los espacios, hace que sus gustos se entiendan. A veces llegaban con las mismas muestras. “Siento una gran admiración por su creatividad, pasión y lo trabajador que es.”
Daniella tiene una visión y perspectiva de crear ambientes que dan lugar a una atmósfera de alegría y creatividad, con un resultado muy personalizado, uso de materiales, mano de obra artesanal dominicana, espacios donde todo es funcional y de donde salimos más recargados de lo que entramos. Cuando tenemos un lugar que transmite paz, logramos sentirnos bien, acogidos y seguros; sensaciones que todos buscamos. “Los diseñadores locales poseen un estilo distintivo que trasciende fronteras, lo que nos permite forjar colaboraciones de renombre internacionalmente. Juntos, construimos un panorama que promete innovación y reconocimiento en la escena del diseño”.
