InicioEntrevistasMichael González: Director de Patrimonio Cultural de la Habana, Cuba

Michael González: Director de Patrimonio Cultural de la Habana, Cuba

Fotos: Néstor Martí, Grafissimo, Julian Peters, Sean Pavone y Luoman

INTERNACIONAL.

Cuba disfruta ser uno de los países del Caribe con una riqueza cultural extraordinaria, ya que en sus históricas calles se encuentran los principales enclaves monumentales que ostenta su Casco Antiguo y que incitan a los turistas a visitarlo más de una ocasión. En esta oportunidad, conversamos con el director de Patrimonio Cultural de la Habana, Michael González, quien nos habló sobre los ejes transversales que integra su gestión y de sus planes para seguir fomentando el turismo cultural.

¿Algún proyecto en especial lo trae por República Dominicana?

Mi visita a República Dominicana y en particular al centro histórico Ciudad Colonial de Santo Domingo responde a un intercambio iniciado antes del brote de la pandemia de la COVID-19, cuando autoridades dominicanas encabezadas por el entonces alcalde David Collado visitaron la Habana Vieja e intercambiamos sobre las experiencias en la conservación y promoción de ambas ciudades bajo el auspicio de nuestro eterno historiador Eusebio Leal Spengler. Antes de esa visita, también habíamos tenido un importante intercambio académico que de alguna manera sirvió de preámbulo con la Fundación León, con doña María Amalia León y su muy recordado esposo, su hermana Lidia y con Rosanna Rivera. 

Desde esa fecha quedó pendiente que por nuestra parte fuéramos allá, siendo el primer enviado el Dr. Pepe Linares, arquitecto y museógrafo de gran prestigio, hoy lamentablemente fallecido. Era muy interesante para mí y para nuestra Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana, conocer por experiencia propia sobre su modelo de gestión que tanto había leído y escuchado, pero nada como la visita presencial donde puedes palpar la historia, recorrer las calles, visitar los edificios patrimoniales, conversar con los especialistas, deleitarte con la bella ciudad de Santo Domingo, Ciudad Primada de América, que tiene tanto aún que enseñar y de tanto potencial de desarrollo económico y social. Entonces, siguiendo la pauta que había dejado nuestro historiador, vine a la ciudad para descubrirla y, al mismo tiempo, establecer semejanzas y diferencias en las prácticas de restauración, de interpretación del patrimonio en todo ese universo que implica el gestionar integralmente una ciudad histórica. Y que además, esté al servicio tanto de su comunidad y del turismo, de los visitantes extranjeros promoviendo los mejores valores de su cultura de su identidad nacional.

Michael González

Actualmente, ¿cuál es el estado en el que se encuentran los centros históricos que han sido declarados Patrimonio Cultural por la UNESCO?

La restauración de los centros históricos es una tarea titánica que, además de llevar recursos de toda índole, lleva mucha dedicación paciencia y sentido de futuro. Los centros históricos son organismos vivos con mucha dinámica, que deben lograr que sus habitantes no los abandonen, que sus ciudadanos encuentren además de empleo y posibilidades de subsistencia, un gran componente social y cultural. La restauración es un proceso que no termina nunca, se van modificando las prácticas de intervención, se prueban nuevos productos y materiales, se aplican las nuevas tecnologías al diagnóstico y monitoreo; es como una ciudad viva, un laboratorio donde se ensayan y modifican los saberes del universo patrimonial.

¿De qué manera ustedes promueven el Turismo Cultural? 

El fomento del turismo deviene de una necesidad sustancial para el desarrollo de los centros históricos, tanto el nacional como el internacional. Las autoridades encargadas de la conservación y salvaguarda del centro histórico tienen la obligación de promover un turismo que reciba productos donde se muestren los valores más auténticos de la cultura y de la identidad nacional. Mientras más se impulsen los valores comunitarios y del entorno y, ello incluye, entre otros el valor arquitectónico, museológico, artístico, ecológico y patrimonial. Así, más genuina será la práctica en la gestión turística, más personas vendrán a los centros históricos y se transmitirán los deseos de continuidad, entre ellos, las ciudades deben retener al turismo no como un público cautivo, sino como un público cautivado. Itinerarios turísticos que se creen pasajes culturales como las fortificaciones militares, el azúcar, el café, la gastronomía en general, la música, el baile, la literatura, la poesía, las manifestaciones más diversas e incluso, el itinerario de la ciudad que despierta intereses en los grupos turísticos y promueve las ganas de volver.

Hay que buscar un equilibrio entre las prácticas turísticas y las prácticas patrimoniales, un diálogo preciso dialéctico autogestionable y capaz de atraer la masa turística y no poner en peligro el patrimonio por un exceso de uso ni por la creación de un gran parque temático que se convierta en la atracción en sí misma.

En la actualidad, ¿cuenta el país con monumentos deteriorados que deban ser remozados?

Siempre habrá monumentos que restaurar, siempre habrá esculturas, colecciones museológicas, bienes patrimoniales, documentos históricos y de archivos que restaurar. Se establecen planes, se establecen cronogramas y secuencias que incluyen tanto el uso de los recursos financieros como la participación de los expertos en cada una de sus ramas. Es importante para ello en primera instancia la existencia de inventarios actualizados geolocalizados y difundidos de los monumentos de una determinada región o área de la ciudad. Por tal razón, nos da la posibilidad de establecer prioridades y modelos de actuación porque los alcances no siempre son los mismos, a veces una intervención que no es tan costosa desde el punto de vista monetario, sí lo es por su complejidad; a veces una intervención, más que recursos monetarios, lleva tener verdaderos especialistas que la trabajen.

Siendo usted el subdirector de museos, ¿cómo fomentan actividades para atraer a visitantes?

Los museos son importantes baluartes de la conservación del patrimonio, muchas veces son edificaciones modificadas para albergar colecciones, es decir, construcciones preexistentes que se han arreglado para ser museos; ello lleva inmediatamente retos de adecuación del lugar, de la capacidad de soportar un número grande de visitantes, de la disposición de puertas y ventanas de los recorridos críticos, de cómo se mueve el aire o la luz, todas condiciones que los museógrafos y arquitectos manejan a la perfección, por lo que el museo sigue siendo una institución de éxito en el mundo posmoderno. Esta pandemia ha demostrado que los museos tienen mucho que decir y fue entonces por el auge de las redes sociales que se visualizó el impulso a esta industria. Ahí sobrevivió nuestra Oficina del Historiador, en la que desarrollamos un plan de publicaciones, o sea una verdadera campaña publicitaria liderada por la periodista Katia Cárdenas, para incentivar el conocimiento de las colecciones, de las actividades, de la educación patrimonial, de los estudios del público y de todos aquellos aspectos de interés que sirvan para comprender el profundo sentido patrimonial de las colecciones.

Desde su convicción, ¿cuáles son los desafíos a afrontar por la Dirección de Patrimonio Cultural en este 2022?

Todo en la Oficina del Historiador se trabaja en equipo sobre las decisiones de intervención de los monumentos, de las tarjas, de las estatuas, el uso de los edificios, el plan de viviendas sociales, la selección de los distintos proyectos de cooperación internacional en los inmuebles a restaurar y en las capacidades a impulsar los proyectos que se destinan a los asuntos humanitarios a la gran masa de personas de la tercera edad que acuden a nuestro centro histórico, consensuado y analizado. Pero, sobre todas las cosas, la restauración es una obra de amor, es una obra consciente e intencionada, ya que todo lo que hagamos en nuestro tiempo pasará a las futuras generaciones, por ende, somos responsables de mantener la ecología de la ciudad, la ecología social y estructural para que el centro histórico siga siendo un verdadero escenario donde la cultura sea el alfa y omega de las buenas prácticas. Hay que creer en la ciudad, hay que educar a sus habitantes, hay que hacer que los turistas se lleven una experiencia de vida, no solamente información sobre (un año, un nombre, una batalla o un vocablo), sino la sensación de haber vivido una experiencia única sobre el enriquecimiento espiritual y también de una gran calidad de los servicios que reciben en los museos, centros culturales, teatros y galerías. Tiene que ser una amplia visión renovadora y revolucionaria, tiene que ser como aquella hermosa frase de un bendecido poeta que pasó por nuestra ciudad: «Si no existieras Habana, yo te inventaría».

Milagros De Jesús
Milagros De Jesús
Periodista, locutora y maestra de ceremonias. Amante de la escritura creativa y de las buenas historias.
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