La agenda de la Casa Real Inglesa no para aunque estemos en Navidad y ayer tuvo lugar la misa navideña en Sandringham donde vimos a la familia real completa y en la que hubo dos claras protagonistas: Kate Middleton y Meghan Markle.
Si algo caracteriza tanto a la Duquesa de Cambridge como a la de Sussex, es que desde que entraron a formar parte de la Familia Real Británica se han convertido en dos referentes en moda, cada una con su propio estilo. Ayer ambas hicieron gala de buen gusto con dos estilismos con los que mostraban elegancia, y hasta complicidad entre ambas, dejando claro a la prensa que entre ellas no existen diferencias como se han empeñado las malas lenguas dejar entrever.
Kate apostó por un total look en burdeoscompuesto por un abrigo midi que se convirtió en el protagonista de su elección. El modelo poseía grandes hombreras y un corte entallado en la cintura que mostraban su esbelta figura. Tanto las solapas como los puños, botones y bolsillos estaban confeccionados en terciopelo, con los que logró un extra de sofisticación para un día tan especial.
Middleton decidió seguir con la línea cromática y lo combinó con un tocado abombado que incluía unos detalles en negro, guantes y stilettos del mismo tono.
Meghan por su parte, fiel a su estilo más actual y minimal, prefirió el azul noche y un vestido de corte recto y escote en pico que contrastaba con su abrigo midi de solapas cruzadas. La Duquesa de Sussex prefirió llevar el abrigo desabrochado con el que mostraba su ya avanzado embarazo y dejaba entrever la sencillez del diseño, muy acorde al resto de prendas de su guardarropa. Markle prefirió unas botas de caña media y un bolso de mano con un asa corta y un tocado con detalles tridimensionales semitransparentes.
En cuanto al peinado, cada una se decantó por uno diferente, Kate fue fiel a la melena suelta con ondas mientras que Meghan eligió un moño bajo, uno de sus recogidos estrella.
