“Este año en que he estado en el foco he tratado de reivindicar esa identidad sin fronteras que representa Mirazur”.

fotos: Michelle Bella, César Cid y Fuente externa
Cocina minimalista pero de acentuados sabores, así es el mundo gastronómico de este galardonado chef italo-argentino, que hace una ovación a ingredientes del mar y la montaña al igual que a ciertos tipos de carnes, en su restaurante Mirazur, que lidera la lista de The World’s 50 Best Restaurants.

Desde 2006, los franceses se han rendido ante el toque distintivo de Colagreco en esta casa de comidas, donde elabora creaciones que ocasionan una explosión de exquisitez en los paladares de los comensales que se han decantado por darse un mimo a través de cada bocado.
Y es que no solo los visitantes complacen sus gustos con el suculento menú, sino que también disfrutan del fascinante panorama natural que rodea su restaurante, ya que se alza ante la belleza del Mediterráneo. Este prestigioso cocinero cuenta con tres estrellas de la Guía Michelin y otros importantes reconocimientos, obtenidos gracias a su talento en las artes culinarias.

Nacido en La Plata, Argentina (1976), inició su preparación en la ciudad de Buenos Aires, en la escuela de hostelería Gato Dumas. Además, laboró en algunos de los restaurantes de mayor renombre, entre los que se destacan Catalinas, Rey Castro, Mariani y Azul Profundo.

En 2001, cuando tenía 25 años, Mauro emigró a Francia, país, cuya gastronomía es considerada la “Madre de las cocinas del mundo”. Allí, trabajó con eminencias, como: Bernard Loiseau, Alain Passard en l’Arpège, Alain Ducasse. Por último, estuvo un año en el Grand Véfour.

“Los cocineros vivimos en la angustia y el hecho de ver que se reconoce tu trabajo, te reafirma y te hace pensar: Pues tan mal no íbamos, no nos hemos equivocado de camino”.
