En medio del océano Índico, al Este de Madagascar y al Sur del Continente Africano, se encuentra Mauricio, que forma parte de las Islas Mascareñas. Allí, podemos disfrutar de varias atracciones, como playas blancas, fondos coralinos y un interior selvático, que conforman el paisaje de este lugar tan paradisíaco.
La primera es la Bahía de Tamarin, una base perfecta para conocer la Costa Oeste, en cuyas aguas es posible nadar con delfines. A esta le sigue el Jardín de Pamplemousses, imprescindible para conocer la riqueza botánica de la isla y los territorios tropicales. Por supuesto, Ile aux Cerfs no puede faltar, ya que aquí se encuentran las playas más puras de Isla Mauricio.
Está ubicada frente a la Bahía Trou d’Eau Douce, en el Este. Rochester Falls tampoco se queda atrás. Las cascadas son poco altas, pero tienen una laguna deliciosa. Las dunas Chamarel, de siete colores, y la cascada de cien metros de altura también son dos vistas imprescindibles. Desde luego, otra maravilla imperdible es Le Morne Brabant, una montaña simbólica para el país.
Asimismo, en la capital no hay que perderse el mercado, donde está Port Louis. Y, finalmente, el Cap Malhereux, en la Punta Norte, con rincones inolvidables. Estas ocho atracciones son una peque ruta denominada «La vuelta a la Isla de Mauricio».
