En el año 2000 Marie-Chantal fundó su propia empresa, una marca de moda infantil con sede en Londres que lleva su nombre, y todo con el objetivo de labrarse su propio porvenir y probar suerte en la industria de la moda. Hoy, en 2020, esta empresa se convirtió en un pequeño imperio de lo más fructífero, ya que con sus colecciones de ropa viste a los niños de la jet-set británica.
Algo que le viene de casta, ya que su padre, Robert Warren Miller, es el multimillonario fundador de las exitosas tiendas Duty Free. Como resultado de esa aventura hoy su firma, Marie-Chantal, se asienta en el mundo de la moda como el estandarte de la ropa clásica infantil con pequeños guiños de tendencia y ha ampliado su negocio a otros accesorios, siempre con la mente puesta en los niños.
Pues bien, resulta que en una reciente entrevista que la princesa griega ha concedido a la revista neoyorquina ‘Paper’, donde repasa su trayectoria personal y laboral, ha confesado que algunos miembros de la familia de su suegro Constantino no se sienten “demasiado cómodos” con la idea de que los integrantes de la realeza trabajen, pero el hecho de que ella se dedicara a hacer ropa para niños les pareció “muy dulce” y “vieron que no había nada malo en ello”, añade la mujer de Pablo de Grecia. Así que ella prosiguió su camino en la industria de la moda a pesar del inicial rechazo.
La gran preocupación de los miembros de la familia real de Grecia era que Marie-Chantal aprovechase su posición y condición como princesa para escalar en el sector solo con su nombre y cargo, una idea por la que ella confiesa que “se moriría” si a alguien simplemente se le ocurriera.
Algo que también desea y espera para sus cinco hijos . “Quiero que salgan ahí fuera y elijan su propio camino. No quiero que se metan en los negocios familiares, ni decirle a Tino (su hijo mayor) que algún día podría ser rey. Creo que eso no está bien. Tiene que resolverlo por él mismo”, apunta Marie-Chantal.
