Ilustraciones Cortesía del autor
Manuel Santelices, periodista e ilustrador chileno radicado desde hace más de 30 años en Nueva York, ha tenido una vida llena de anécdotas, encuentros inolvidables, viajes y arte. Estudió periodismo en la Universidad de Chile; una de sus profesoras era por entonces directora de la conocida revista COSAS y lo invitó a unirse a su equipo. Luego de hacer su práctica profesional ahí, se quedó definitivamente la revista durante más de tres décadas en distintas posiciones. En un principio, todavía en Chile, hizo entrevistas políticas y de espectáculo, coberturas internacionales y la edición de los especiales de moda.
En 1992 se trasladó a Nueva York para convertirse en corresponsal de COSAS en esa ciudad. Al poco tiempo comenzó a colaborar también con las ediciones españolas de Esquire, Harper’s Bazaar, Grazia y GQ. Durante once años fue editor para Ocean Drive en Español y, posteriormente, por siete años, se convirtió en redactor de moda en Nueva York para Vogue México y Latinoamérica, cubriendo la fashion week y entrevistando a las grandes figuras de la moda norteamericana. De 2014 a 2018, fue el editor internacional para todas las ediciones de COSAS en Latinoamérica.
Ha hecho, dice, cientos de entrevistas. Entre las más memorables recuerda a Diana Ross, Javier Bardem, Madonna, Marc Jacobs, Natalie Portman, Beyoncé y Bill Clinton. “Llegué al periodismo porque me interesaba la cultura popular, el cine y la televisión”, cuenta. “Revista COSAS era una publicación muy abierta en la que se hablaba de muchos temas, y eso me abrió la puerta a muchas experiencias y personajes de diferentes ámbitos. Mi trabajo en otras publicaciones aumento aún más mi acceso a oportunidades increíbles”.
Manuel describe al Nueva York de los 90 como una ciudad mucho más diversa de la que es ahora, con menos desigualdad, con menos edificios ‘aguja’ –como describe a los nuevos rascacielos– y en los que se sentía un aire de libertad, optimismo y juventud. “Lo primero que hice cuando llegué a Nueva York fue cubrir la Convención Demócrata donde se nominó a Bill Clinton como candidato a presidente y a Al Gore como su vicepresidente. Estos dos hombres jóvenes, atractivos, que venían a remecer el establishment de Washington, crearon una enorme ola de expectación y esperanza”.
Su trabajo periodístico le dio entrada a algunos de acontecimientos y personajes más exclusivos de la ciudad, de la gala del MET a las fiestas de la semana de la moda. “Era joven, tenía gran curiosidad por lo que sucedía en la ciudad, y las puertas se abrían con mucho más facilidad que ahora. Los 90 fueron una época dorada para las revistas, y me tocó vivirla en lo que me parecía era el centro del universo. La ciudad, y todo el mundo en realidad, cambió después del ataque del 11 de septiembre”.
Mientras desarrollaba su carrera como periodista y escritor, también dibujaba, y aunque ocasionalmente publicó una u otra ilustración, nunca lo consideró más que un hobby, una pasión que tenía desde niño. “En algún momento pensé en ser diseñador, pero mi vida tomó otro camino y me dediqué casi exclusivamente al periodismo. No me arrepiento, porque en lo personal y en lo profesional mi carrera me ha satisfecho totalmente. Pero aun así, tenía una deuda conmigo mismo respecto al arte”.
En 2016 decidió empezar a dibujar de manera más rigurosa, y los resultados fueron buenos y rápidos. Al año siguiente publicó Drawing the Line, un libro con sus ilustraciones, y pocos meses después inauguró su primera exhibición en Estados Unidos, en Soho House Miami Beach. “Esas dos cosas, que ocurrieron casi al mismo tiempo, provocaron gran atención hacia mi trabajo”, dice Manuel. “Eso, y la aparición de Instagram, me permitieron iniciar una segunda carrera, ahora como artista”. Actualmente es representado por The Art Design Project en Estados Unidos y ha participado frecuentemente en exhibiciones de la famosa Fashion Illustration Gallery de Londres.
Él piensa que su trabajo como ilustrador y como periodista están íntimamente ligados. “Dibujo sobre los mismos personajes y situaciones que cubro como periodista. Me interesa el mundo de la moda, el arte, la sociedad y la cultura popular, y tanto como ilustrador como escritor miro esas realidades con cariño, pero también con distancia. Soy un observador permanente y, espero, algo irónico”.
Actualmente Manuel se encuentra trabajado en varios proyectos simultáneos. A fines de octubre lanzará una colección limitada realizada en colaboración con Robert Rufino, director de estilo de la prestigiosa revista House Beautiful, y la firma Studio Four de Nueva York. En noviembre, su trabajo será publicado por Town & Country, y para comienzos del próximo año prepara una colaboración con una importante marca de modas en Estados Unidos, un proyecto del que, por el momento, no puede dar mayores detalles.
“Comencé esta carrera artística tarde, entonces mis expectativas son totalmente distintas a las que tuve en un comienzo en mi carrera periodística”, explica. “Trato de estar abierto a todas las oportunidades que se me presenten, aprecio cada una de ellas, y siento que cada logro es un gran regalo que me da la vida”.
“Hay dos cosas que me gustaría entregar con mi trabajo: belleza e ingenio”, agrega. “Siento que es muy importante que una ilustración, especialmente de moda, sea estéticamente atractiva. Pero simplemente dibujar un vestido no me interesa, lo encuentro aburrido. Lo que quiero es decir algo sobre él, sobre quién lo usa o lo creó. Crear una historia”. Finalmente dice: “La maravilla de la ilustración es que puedes crear tu propio mundo, tu propio universo, y luego compartirlo con el resto. En ese sentido, quiero aportar algo hermoso e inspirador, que levante el ánimo y haga que el día para cada una de las personas que me sigue sea un poco mejor. Nada me hace más feliz que cuando alguien me dice que mis dibujos lo hacen feliz”.
